El Gobierno español emplazó este martes a la aerolínea Iberia a priorizar la viabilidad por encima de su rentabilidad y renunciar a la cancelación de varias rutas a Latinoamérica, como parte de un criticado plan de reestructuración.
La mayor compañía de aviación de este país europeo anunció el pasado viernes la anulación de algunos de sus vuelos internacionales en 2013, en el marco de ese controvertido plan de transformación que prevé, entre otras medidas, el despido de cuatro mil 500 trabajadores.
En un comunicado, la empresa precisó que a mediados de enero próximo dejará de volar a Atenas, El Cairo y Estambul, y a partir del 1 de abril suspenderá también las conexiones con Santo Domingo (República Dominicana) y La Habana (Cuba).
Además de cancelar los trayectos hacia esas cinco capitales, Iberia también rescindió sus vuelos directos con otras dos ciudades de Latinoamérica: San Juan de Puerto Rico y Montevideo.
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, lanzó este martes una dura advertencia a la aerolínea, al considerar descabellado que para ir desde Madrid a La Habana haya que pasar por Londres.
Soria exhortó a la línea de bandera a seguir prestando sus servicios en las rutas hacia América Latina, porque, enfatizó, ese es un mercado muy importante para España y para la compañía y no hay ninguna razón para que se pierda.
Aseguró que respeta las decisiones internas de IAG, el holding resultante de la fusión entre Iberia y British Airways, pero añadió que se reunió con sus representantes para expresarles la profunda preocupación del Gobierno por la situación de la aerolínea española dentro de la sociedad.
«Le pido a la compañía que haga lo posible para que mantenga ese tipo de líneas», insistió el ministro.
Agregó, además, que resulta un sin sentido que para ir a Sudamérica no se pueda hacer directamente desde Madrid o Barcelona y haya que pasar por alguna capital europea.
El titular de Industria, Energía y Turismo apuntó que Iberia no debe pensar en su rentabilidad, sino en su viabilidad.
Según su criterio, el marco laboral actual permite que, en caso de problemas en las empresas, los ajustes no se hagan a través del empleo.
Los recortes anunciados por la firma forman parte del plan de transformación presentado el pasado 9 de noviembre, el cual incluye el despido de cuatro mil 500 empleados, casi una cuarta parte de su nómina de 20 mil personas.
Ese tijeretazo irá acompañado, además, de una drástica reducción de salarios, de entre 25 y 35 por ciento, y de su capacidad operativa para centrarse en las rutas rentables.
Las principales organizaciones sindicales de Iberia suspendieron la víspera las seis jornadas de huelga programadas para este mes contra el despido masivo de trabajadores, pese a no haber alcanzado un acuerdo con la dirección de la compañía.
No obstante, los gremios, que adoptaron esa decisión para no afectar a los usuarios en los días previos a la Navidad, advirtieron este martes que de no llegar a un arreglo convocarán paros a partir del 7 de enero de 2013.