El insurgente Movimiento 23 de Marzo (M23) intenta mantener un clima de inestabilidad en la ciudad de Goma, este de la República Democrática del Congo (RDC), denunció este lunes el gobernador de la oriental provincia de Kivu Norte, Julien Paliku.
El representante gubernamental advirtió que el M23 promueve un clima de violencia con el objetivo de ejercer presiones sobre el gobierno de Kinshasa, que desarrolla negociaciones de paz con esa agrupación rebelde.
Desde hace poco más de una semana las autoridades gubernamentales y los insurgentes discuten sobre una posible salida a la crisis de inestabilidad que vive este país africano, sobre todo en la provincia de Kivu Norte.
Tras desatar una fuerte ofensiva y ocupar la localidad de Goma, el pasado mes, las milicias del M23 abandonaron esa demarcación, rica en recursos naturales, a petición de los Jefes de Estado y Gobierno de la región de los Grandes Lagos y a cambio de un diálogo con Kinshasa.
Según Paliku, numerosos asaltos a mano armada y asesinatos ocurrieron en Kivu Norte luego de la salida de ese territorio de las milicias del M23, las cuales mantienen allí elementos camuflados que, con sus acciones, intentan demostrar que la ciudad es mal gobernada.
Entre las últimas víctimas de la ola de violencia desatada por elementos desconocidos en Goma, capital de Kivu Norte, figura el mayor de la policía Bertin Chirumana, quien resultó baleado.
Durante una reciente comparecencia ante el parlamento, el presidente de la RDC, Joseph Kabila, exhortó al M23 y a otros opositores a su gobierno, a trabajar por el logro de la cohesión nacional, como opción abierta para todos.
En su alocución sobre el estado de la nación, el gobernante instó a concentrar todos los esfuerzos en reconquistar el territorio nacional y restaurar la paz en este país africano, que sufrió una cruenta guerra entre 1998 y el 2003.