El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, ratificó este domingo con efecto inmediato la decisión del Parlamento de destituir a la titular del Tribunal Supremo, Shirani Bandaranaike, por mala conducta profesional y deshonestidad financiera.
El órgano Legislativo aprobó el viernes deponer a la magistrada por 155 votos a favor, 49 en contra y 20 abstenciones, lo cual dejó en manos del mandatario el curso de acción definitivo.
«El presidente señaló en la declaración de remoción estar de acuerdo con inhabilitar a la jefa de justicia y se atuvo a la decisión del Parlamento», manifestó la oficina de Rajapaksa en un comunicado.
Los abogados de Bandaranaike, entretanto, confirmaron a medios de prensa que la funcionaria había sido notificada de su despido, pero rehusaron revelar si realizarán gestiones en contra.
En noviembre del año pasado 117 diputados firmaron y entregaron al presidente del Parlamento, Chamal Rajapaksa, un pliego de acusaciones contra Bandaranaike, con el pedido de que fuera destituida caso de ser probadas.
Una comisión constituida al efecto la encontró culpable de tres de cinco cargos: no declarar nueve cuentas bancarias, comprar de manera fraudulenta un apartamento a nombre de una hermana, e influir en un proceso legal que por presunta corrupción se le seguía a su esposo, expresidente de un banco estatal.
El proceso fue fuertemente resistido por el Tribunal Supremo, colegios de abogados y partidos de oposición so pretexto de que el poder ejecutivo violaba la autonomía del judicial, mas el Parlamento alegó que el proceso estaba contemplado en la Constitución y cumplía todas las normas y tradiciones parlamentarias.