La deuda de las entidades financieras españolas con el Banco Central Europeo (BCE) totalizó en diciembre último 313 mil 109 millones de euros, lo cual significó su cuarto descenso mensual consecutivo, informó este lunes el Banco de España.
La cifra, que refleja la capacidad de la banca nacional para obtener liquidez en los mercados mayoristas tradicionales, en lugar de recurrir al BCE, representa 27 mil 726 millones de euros menos que el importe contabilizado en noviembre de 2012.
Desde enero del pasado ejercicio había encadenado récords históricos hasta alcanzar un pico de 388 mil 736 millones de euros en agosto, su nivel más alto de toda la serie estadística, iniciada en 1999.
Esta cuantía es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al instituto emisor del llamado Viejo Continente, como consecuencia de la financiación que el organismo les concedió previamente.
Pese a esta rebaja, la banca del país ibérico acapara prácticamente un tercio (el 32 por ciento) del volumen total prestado por el BCE a los bancos de la Eurozona.
Si se consideran solo las apelaciones netas, este porcentaje se eleva al 35,4 por ciento, precisó el supervisor central.
Antes del rescate de la banca española alcanzó el 80 por ciento del volumen total prestado por el instituto presidido por Mario Draghi.
Aun así, las dificultades de las entidades nacionales para financiarse en el mercado interbancario se aprecian al constatar que el crédito solicitado al BCE en diciembre de 2011 fue de 118 mil 861 millones, frente a los 313 mil 109 millones de 2012, un 160 por ciento superior.
A principios de septiembre último, el supervisor europeo anunció un nuevo programa de compra de deuda de las naciones de la zona euro en dificultades, que se activará cuando los afectados lo pidan de manera oficial.
En junio del propio ejercicio, España solicitó a la Unión Europea un rescate de hasta 100 mil millones de euros -ya recibió unos 37 mil millones- para sanear su deteriorado sistema bancario, muy afectado tras el estallido en 2008 de la burbuja inmobiliaria.