Aunque la economía de Japón sigue débil, el fortalecimiento del consumo y la mejora de la confianza empresarial podrían favorecer el panorama en los próximos meses, según un informe gubernamental divulgado este miércoles.
El incremento de las exportaciones y las recientes medidas de estímulo monetario servirán para favorecer el avance, pronosticó el material que mostró además una mejora de las perspectivas por primera vez en casi un año.
Desde diciembre pasado la estrategia del gobierno ha sido un agresivo alivio monetario y un fuerte gasto público que permita combatir la persistente deflación con el objetivo de debilitar el yen y elevar los precios de las acciones.
Por tal razón aprobó recientemente un paquete de estímulo de 10,3 billones de yenes (116 mil 300 millones de dólares).
Esta estrategia es similar a la que sigue la Reserva Federal de Estados Unidos, mientras algunos expertos cuestionan que la única medida de la nación asiática para combatir la deflación sea la constante inyección de dinero.
Entretanto, el Ejecutivo prevé que el Banco de Japón adopte medidas decisivas a fin de cumplir con una meta de inflación del dos por ciento, convenida la víspera, lograr la estabilidad de precios y reactivar el crecimiento.
Sin embargo, las miradas de los analistas continúan sobre el impacto que la fragilidad de la economía internacional pueda tener sobre la nipona.