El gobierno de Tailandia ofreció amnistía a los insurgentes de las provincias sureñas de Yala, Pattani y Narathiwat, pero solo si entregan sus armas y se incorporan a cursos de reeducación.
Según el ministro de Justicia, Pracha Promok, se trata de un esfuerzo para buscar una salida pacífica a los conflictos existentes en el Sur del país.
Al rendirse, precisó el alto funcionario, los exirregulares participarán en cursos reeducativos de seis meses y tendrán derecho a disfrutar de todos los derechos ciudadanos.
El Gobierno de la primera ministra Yingluck Shinawatra adoptará también medidas para que la oposición armada de otras regiones del país, se incorporen a este proceso de reconciliación.
Desde 2004, en la parte meridional de Tailandia, contigua a la frontera con Malasia y hogar de comunidades musulmanas y budistas, se registran numerosos choques con armas y ataques a miembros de las fuerzas armadas.