La importancia de la quinua y la necesidad de rotar los cultivos fueron algunos de los aspectos destacados por el representante de la FAO en Bolivia, Crispim Moreira.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) está convencida de que la quinua es un nuevo aliado contra el hambre y la inseguridad alimentaria de los países, señaló Moreira en una entrevista publicada hoy por el diario Página Siete.
Según el representante del organismo internacional, el mundo necesita aumentar la producción de alimentos de alto valor nutricional en un contexto de crisis ambiental y cambios climáticos, bajo un manejo eficiente del cultivo de la quinua.
Estas declaraciones están relacionadas con el lanzamiento de 2013 como Año Internacional de la Quinua, el pasado miércoles en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, Estados Unidos.
La FAO tiene un Plan Maestro por el Año Internacional de la Quinua, que incluye compartir y socializar este cultivo nutricional, cooperación internacional para producir, comercializar e industrializar el producto y la investigación sobre el mismo, resaltó.
El directivo explicó que esta iniciativa permitirá el desarrollo del complejo agroalimentario de la quinua en territorio boliviano, lo que consolidará entre otros aspectos, un sistema de producción de semillas certificadas y de calidad.
Permitirá el fortalecimiento de las organizaciones económicas campesinas y comunitarias, y la consolidación del proceso de industrialización en el campo, así como la articulación y mejor integración producción-consumo, apuntó Moreira.
Para el representante de la FAO, Bolivia tiene ventajas comerciales comparativas en relación con los demás países productores de quinua, pues la boliviana tiene un valor agregado que el mundo aprecia cada vez más, y es el aspecto de una producción socialmente justa de la agricultura familiar comunitaria.
El organismo internacional recomendó a la nación suramericana la utilización de un sistema integral de manejo eficiente de la quinua, basado en la rotación de los cultivos, utilización de semillas certificadas y técnicas de cosecha que no dañen los suelos, para de esta forma generar un equilibrio entre las zonas de pastoreo y las zonas de cultivo de la quinua.
Otra de las propuestas de la FAO es la implantación del Centro Internacional de Investigación de la Quinua en Bolivia, que ya está en proceso de implementación.