La República Popular Democrática de Corea (RPDC) reinició acciones para devolver capacidad operacional a la central nuclear de Yongbyon, descontinuada desde 2007 en cumplimiento de acuerdos en las negociaciones a seis bandas.
Este lunes el parlamento norcoreano adoptó la medida y el concepto de dotarse de una capacidad atómica defensiva frente a las amenazas del vecino sureño y de Estados Unidos.
La decisión incluye el desarrollo paralelo del sector económico y de fortalecer la soberanía nacional con las armas adecuadas de respuesta, a manera de disuasivo.
Según la agencia estatal de noticias local KCNA, la central reanudará el enriquecimiento de uranio y de plutonio.
En el primer caso, para mejorar la capacidad de generación energética local y, en el otro, destinado a poseer una industria militar independiente.
El acuerdo asumido durante las negociaciones a seis bandas, es decir, con representantes de las dos Coreas, Rusia, China, Estados Unidos y Japón, comprometió a Pyongyang a desmantelar instalaciones nucleares y, a cambio, recibiría compensaciones económicas y políticas.
Empero de éstas últimas todavía se espera su concreción.
En febrero de 2012, Washington también ofreció similares entregas a Corea Democrática e incluso una declaración pública de erradicar la hostilidad contra el sistema político del Estado asiático, pero no las cumplió.
Como los reflejan ejercicios militares y el vuelo de dos bombarderos estratégicos B-2 desde Missouri hasta Surcorea, lanzar artefactos simulados y luego regresar a sus hángares.
El Pentágono esgrime que se trata de respuestas a la prueba nuclear subterránea de diciembre pasado y al lanzamiento de un cohete con capacidad portadora de ojivas nucleares en enero, ejecutados por Pyongyang, aunque en realidad todos los años Washington y Seúl realizan esos simulacros bélicos de contenido amenazante y provocador .
De ahí también que Norcorea haya subido la parada, al clausurar las comunicaciones militares con su vecino meridional y Estados Unidos, y haya retomado el concepto de alerta de combate.
Y por último, como una forma de contener la agresividad de sus enemigos, reiniciar operaciones en su planta nuclear de Yongbyon.