Laos adoptó un plan de tratamiento a domicilio de adictos a drogas en etapa inicial en un intento por aliviar saturados centros de rehabilitación con los que el país enfrenta una extendida adición a las anfetaminas y otros tóxicos.
Al dar a conocer la iniciativa, el director del departamento de salud mental del ministerio de salud, doctor Vannareth Thammavongsa, señaló que en reclusorios curativos como el Somsaga, en esta capital, con capacidad para 800 pacientes, se ve sobrepasado por más de mil internados.
El programa a implementar, recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se propone distinguir los casos, en tres estadios, los que consumen tales sustancia como recreación, los adictos medio y los severamente dependientes con potencial peligrosidad requeridos de inmediata reclusión.
Según Vannareth este esquema parte del criterio de alentar a los padres a cuidar a los hijos que atraviesan por la primera etapa de afición con el concurso del vecindario de la aldea, que es la comunidad población básica, y para que los propios afectados comprendan los riesgos a que se exponen.
Autoridades estiman que alrededor de 40 mil personas en Laos son ocasionales consumidores de anfetaminas en su variante «yaba» o droga de la locura y temen que si todavía no se les puede considerar dependientes, están en peligro de convertirse en adictos.
La Comisión nacional de Laos para el Control y Supervisión de Narcóticos reportó recientemente que otros 60 mil laosianos están identificados por la policía de aldeas, distritos y provincias como adictos, en un 80 por ciento a las anfetaminas, y un 10 por ciento de ellos altos consumidores.
Al propio tiempo la intensa campaña para suprimir el tráfico de la extendida fórmula química, con incautaciones de hasta 24 millones de tabletas en 2010, hizo que ganara ímpetu estimulantes como la seudoefedrina, la heroína, la marihuana, el opio y el cannabis, de acuerdo con datos oficiales.
Altamente preocupados por el impacto de este problema en la seguridad, la estabilidad y el desarrollo socioeconómico, el Partido del Pueblo Laos y el Gobierno se han comprometido a enfrentarlo con energía y consistencia.