Con la retirada en un grupo de hoteles de esta ciudad de la sopa de aleta de tiburón, los empresarios de la ciudad pretenden hoy otorgar un espaldarazo a la protección de estos escualos.
Esa estrategia la abrazan 23 establecimientos hoteleros de la ciudad que persiguen frenar el descenso de la población de los tiburones, tal y como lo reflejan medios de prensa tailandeses.
La campaña la bautizaron como Lista azul, patrocinada por hoteles que habitualmente tenían en su carta menú la sopa de aleta de tiburón, muy apreciada por sus clientes, y considerada por algunas personas como un manjar afrodisíaco.
El vocero de la organización Fin Free Thailand (Tailandia libre de aletas), Jirayu Ekkul, significó oportunamente que deberían ser recompensados los hoteleros de Bangkok afiliados a la iniciativa que permite, además, proteger el medio marino.
La sopa de aleta de tiburón es una delicatessen asiática, en particular en países como China, de donde provienen alrededor de 2,7 millones de turistas de los 20 millones que visitaron Tailandia en 2012.¿
Los ecologistas consideran que cada año mueren 100 millones de tiburones debido a la pesca indiscriminada, entre otros motivos, para propiciar el consumo de sopa de aleta de tiburón, según un reporte de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación.
En el mundo turístico existe un cruento debate en cuanto a priorizar las tradiciones y recetas muy antiguas de alimentos o escoger la protección del medio ambiente, en este caso, para defender a uno de los más agresivos depredadores de los mares.
El tiburón es un pez que los científicos catalogan con menos evolución desde tiempos inmemoriales, debido a su adaptabilidad a las condiciones cambiantes del medio ambiente, pero en la actualidad corre el riesgo debido a la pesca indiscriminada.