El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su más reciente estudio sobre el creciente déficit habitacional en América Latina y El Caribe confirmó que el déficit habitacional de Paraguay alcanza el 43 por ciento de la población, por lo que 43 de cada 100 familias no cuentan con un techo para vivir o habitan en viviendas de mala calidad.
Según este informe, aunque a lo largo de las últimas dos décadas se registrara un progreso significativo en las viviendas de América Latina, muchos habitantes de las ciudades del continente son todavía precarias.
Los países de América Latina y el Caribe son los más urbanizados del mundo en desarrollo, gozan de altos índices de propiedad de vivienda y cuentan con un promedio alto de ingresos familiares para los estándares de ciudades con el mismo nivel de desarrollo.
De los 130 millones de familias que viven en las ciudades, cinco millones están obligadas a compartir vivienda con otra familia, tres millones residen en viviendas irreparables y 34 millones habitan en inmuebles que carecen de título de propiedad, agua potable, saneamiento, pisos adecuados o espacio suficiente.
Muchas de estas viviendas, e incluso aquellas cuyas condiciones son satisfactorias, están situadas en barrios que carecen de facilidades urbanas básicas como transporte público, parques y hospitales.
Otras estadísticas proporcionadas por la Secretaría Nacional de la Vivienda de Paraguay, en el año 2011, mostraron que cuatro millones de personas enfrentan problemas de vivienda.
La falta de ingresos propios para pagar una vivienda, los reducidos presupuestos destinados por las autoridades a ese fin y la negativa de créditos blandos y suficientes a la población conforman el trágico panorama señalado por el BID.
Entre los principales problemas de vivienda en las ciudades de América Latina y el Caribe aparecen: carencia de infraestructura con 21 por ciento, materiales deficientes con 12 por ciento, carentes de saneamiento con un 15 por ciento, carentes de tenencia segura con 11 por ciento, entre otros.