Opinan que la situación de su familia será igual en 2014|Costarricenses se muestran pesimistas de su futuro económico

El pesimismo por el futuro económico de Costa Rica lo trasluce el 43 por ciento de los costarricenses quienes opinan que la situación de su familia será igual en 2014, según encuesta de CID/Gallup.

La investigación, que publicó este lunes el sitio digital La Prensa Libre, reconoce que esta percepción mejoró desde 2011 hasta la fecha, aunque se mantiene alta; mientras el 24 por ciento de la muestra mira al futuro con el optimismo de mejores tiempos.

Pero el pesimismo se corresponde con otro dato del sondeo, el cual asegura que el 39 por ciento de la población del país dice estar peor económicamente en comparación con el año pasado, frente a solo un 20 por ciento que se considera en mejor situación.

Alejandro Muñoz, economista de la Universidad Nacional, dijo que los criterios de la actualidad y del futuro pueden obedecer a la desaceleración económica, que se refleja en la reducción en el ritmo de contratación por las empresas, lo que impacta en la familia.

Añadió que esto incide también en la baja confianza del consumidor, que cierra el ciclo: menor ritmo de crecimiento económico, menor empleo, menores ingresos, menor confianza y menor compra.

La percepción negativa tiene mayor fuerza en las mujeres, con énfasis en quienes viven en zonas rurales.

Esto corresponde probablemente por la mayor tasa de desempleo y desventaja salarial en comparación con los hombres, además del cuidado de la familia, opinó Marilyn Batista, presidenta de Programa para el Desarrollo de la Mujer Empresaria.

Otro elemento es el déficit fiscal, que al finalizar abril alcanzó el 1,75 por ciento del Producto Interno Bruto, con un incremento del 14,3 por ciento de los gastos públicos, informó el Ministerio de Hacienda.

Al analizar esta última situación, Muñoz considera que el incremento en el gasto de capital ocurre por ser el último año del Gobierno y ocurre un aceleramiento de inversiones en obras públicas o en programas sociales.

Es el comportamiento típico para resarcir la mala opinión de la gestión, pero incrementa el gasto algunas veces en programas sociales y en este caso para compensar la infraestructura, comentó.

Fuente/PL
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