El primer ministro de Francia, Jean-Marc Ayrault, anunció este lunes la voluntad de su gobierno de mantener la universalidad de los subsidios familiares, pero los hogares con hijos deberán pagar más impuestos a partir de 2014.
El Estado galo entrega una ayuda mensual a todas las parejas con más de un descendiente, la cual se distribuye por igual, independientemente de la situación económica o nivel de ingresos.
Durante las últimas semanas el ejecutivo planteó la necesidad de reestructurar su política familiar como parte de las medidas de austeridad presupuestaria y dejar de hacer el pago a quienes tienen mayores recursos, para enfocarlo en los menos favorecidos.
Ayrault anunció este martes, sin embargo, que ese subsidio se mantendrá intacto, pero en cambio habrá una reducción en los beneficios fiscales otorgados a los hogares por medio del denominado «cociente familiar».
Esta medida consiste en rebajar un monto máximo de dos mil euros en los impuestos anuales pagados por una pareja, en función del número de hijos que tenga bajo su cuidado.
A partir de 2014 esta cantidad será rebajada a mil 500 euros en todos los casos en que el conjunto de los ingresos supere los cinco mil 500 euros mensuales.
Para aquellos cuyos salarios globales sean inferiores a esta suma, se mantendrá el anterior cociente familiar, es decir, no verán aumentadas sus obligaciones fiscales.
Más de un millón de hogares se verán afectados por este nuevo procedimiento, el cual fue creado a pesar de la promesa del presidente François Hollande de no aumentar aún más los tributos el año próximo.
En enero comenzarán a aplicarse las nuevas tasas del Impuesto al Valor Agregado, que significarán un duro golpe para las personas con salarios medios o bajos.
Al mismo tiempo, el gobierno realizará más recortes del gasto público, lo que significa menos servicios, o de inferior calidad, a la población, así como la disminución de personal en el sector estatal.