El intelectual argentino, Adolfo Pérez Esquivel, rechazó este martes las gestiones del presidente Juan Manuel Santos para incorporar a Colombia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que lidera Estados Unidos.
El presidente Santos no puede convertir a Colombia en un país agresor e invasor, asociándolo con la OTAN, advirtió el politólogo y defensor de los derechos humanos en un comentario enviado a Prensa Latina.
Mientras la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) son iniciativas de paz y de unión regional frente a las potencias, la OTAN representa todo lo opuesto, reflexionó el Premio Nobel de la Paz, 1980
La Alianza atlántica -recalcó- «es un organismo que fomenta las armas nucleares, el intervencionismo y la violación de los derechos humanos y de los pueblos».
El Premio Nobel argentino afirmó que hoy Europa y Estados Unidos se han agrupado a través de la OTAN e «intervienen en la vida de otros países de manera coordinada y mancomunada, de forma tal que todos reciban beneficios por su aporte a la intervención y explotación de recursos de nuestros países».
El también presidente de Servicio Paz y Justicia, organismo latinoamericano de derechos humanos, remarcó que la OTAN está presente en América Latina a través de la presencia militar de Estados Unidos en países de la región.
Recordó en ese sentido que el Tratado Naval de Washington establece que todas las bases militares pertenecientes a un Estado miembro de la OTAN pueden ser utilizadas en el marco de sus misiones a pesar de que oficialmente no exhiban su insignia.
«Eso también incluye a nuestras Islas Malvinas, que tienen una base militar británica», denunció.
Santos, por ende, no puede seguir diciendo que busca la paz en su país si al mismo tiempo quiere convertir a Colombia en un potencial invasor de sus pueblos hermanos, sentenció el Premio Nobel.
El presidente colombiano -insistió- debe dar marcha atrás con esta iniciativa y la Unasur debe debatir seriamente el rol de nuestros ejércitos y posicionarse firmemente contra las armas nucleares, recalcó.
«América Latina es un continente de paz y esperanza, no puede ser presa de la guerra y el negocio de la muerte. Esta América, Nuestra América, busca el equilibrio del mundo, no su desequilibrio y autodestrucción», concluyó Pérez Esquivel.