El optimismo del equipo Mercedes GP en las pistas quedó opacado por la decisión de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) de llevar el asunto a juicio debido a un test secreto que realizó en Barcelona con la proveedora de neumáticos Pirelli que violó el reglamento.
Las reglas indican que cualquier prueba de neumáticos debe hacerse con un auto de al menos dos años de antigüedad. Y los alemanes habrían utilizado el monoplaza 2013, según lo denunciado oficialmente por Ferrari y Red Bull.
De comprobarse, el Mercedes de Nico Rosberg, que ganó de principio a fin en el principado de Mónaco, y el monoplaza de Lewis Hamilton, que acabó cuarto, serán sancionados con una fuerte quita de puntos o hasta la exclusión del campeonato en caso de culpabilidad probada.
Este jueves, a la espera de los primeros ensayos libres en el Gran Premio de Canadá, Mercedes celebró la posibilidad de poder explicar a la FIA los detalles de las prueba.
Sebastian Vettel, piloto de Red Bull y actual tricampeón del mundo, dijo al diario alemán Suddeutsche Zeitung que los ensayos de Mercedes son algo «crítico». «Cada kilómetro de pruebas es una ventaja y Mercedes tuvo la oportunidad de probar los neumáticos que probablemente se utilizarán en Silverstone (el 30 de junio) y pienso que es una ventaja».
Pero Rosberg expresó una opinión contraria, dijo que Pirelli tuvo todo el control de las pruebas y que Mercedes no tuvo opinión al respecto. Hamilton, que ganó tres veces en Montreal con McLaren, prefiere evitar la polémica y sólo quiere pensar en un nuevo triunfo.
Mercedes logró las últimas cuatro pole positions esta temporada, pero sólo transformó en triunfo la de Mónaco, incapaz de mantener el ritmo de carrera en las demás pruebas. En la pista, si los Mercedes logran preservar sus neumáticos como en Mónaco, serán favoritos en el circuito de Montreal.