El ministro sirio de Información, Omran al-Zoubi, afirmó que el Ejército Árabe Sirio continuará la persecución contra los grupos opositores, combatirá sus acciones terroristas y restablecerá la seguridad en todo el territorio nacional.
En entrevista con el canal satelital libanés al-Mayadeen, destacada este viernes por la televisión nacional, Al-Zoubi consideró que el estamento castrense dispone de las capacidades, preparación y experiencia para ganar la batalla contra los mercenarios, pero que el tiempo para hacerlo depende de los factores objetivos sobre el terreno.
«La lucha contra el terrorismo y la agresión externa no resulta fácil, teniendo en cuenta el elevado número de terroristas enviados a nuestro país desde el exterior, además de la entrega de pertrechos bélicos modernos y grandes sumas de dinero desde el exterior», destacó.
Sobre la recién finalizada Cumbre del G8 (naciones más industrializadas), el titular estimó que cualquier evaluación del contenido de la declaración sobre Siria, depende de la capacidad de dichos Estados para transformar en una realidad la discusión sobre la lucha contra el terrorismo.
Los líderes de Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón, Italia y Canadá, suscribieron un documento en el que mostraron preocupación por el avance del terrorismo de grupos radicales en la nación levantina y llamaron a la concreción de un diálogo político y el establecimiento de un gobierno de transición.
En otra parte del diálogo, el funcionario desmintió que las Fuerzas Armadas sirias hayan violado la soberanía de Líbano durante un supuesto ataque a su territorio, «algo que no haremos en ningún sentido porque somos ante todo defensores de un proyecto panárabe y enfrentamos a Israel de forma común».
Remarcó al-Zoubi que Damasco dispone de amplias y contundes pruebas sobre la participación de gobiernos árabes y occidentales en la agresión contra el país, donde destacan Arabia Saudita y Catar, que constituyen puntales en los planes de apoyar aquí al terrorismo tanto militar como políticamente.
Consideró por último que la confrontación en la región sigue siendo entre los proyectos nacionalistas y los planes expansionistas y hegemónicos de Tel Aviv, y que lo único que se ha transformado en ese diferendo es la forma, los métodos y las herramientas.