Más de 500 familias mirandinas exigen la culminación y pronta entrega de las edificaciones del Parque Residencial Mata Linda, ubicado en la urbanización Cantarrana Mata Linda, de Charallave en el municipio Cristóbal Rojas del estado Miranda.
Las afectadas y los afectados denuncian incumplimiento de contrato e incrementos injustificados en los costos de las viviendas por parte de la Constructora Mata Linda, empresa encargada de la ejecución de las obras.
Este complejo habitacional, impulsado por la promotora Consurtuy desde el año 2006, está constituido por nueve torres (A, B, C, D, E, F, G, H, I) de tres edificios cada una; cada una, con cuatro pisos e igual número de apartamentos.
De acuerdo con la oferta inicial, el valor total de las edificaciones oscilaría entre 80.000 y 100.000 bolívares. Se trataba de viviendas de 58 metros cuadrados, con paredes frisadas, pisos de cerámica, sala, comedor, dos habitaciones, baño y lavadero.
El contrato estipulaba la construcción de espacios para la recreación y el entretenimiento, así como estacionamiento y áreas verdes.
Los convenios firmados por las familias perjudicadas datan del año 2006. la entrega de los apartamentos debía hacerse en un lapso de 18 meses, contados a partir de la suscripción del acuerdo.
Sin embargo, han transcurrido cuatro años y aún las compradoras y los compradores no reciben sus edificaciones. Según comentan las afectadas y los afectados, los dueños de la Constructora Mata Linda alegan que carecen de recursos para finalizar los trabajos y han planteado que se realice un recálculo del costo para efectuar un “ajuste de precios” que se adapte al mercado actual.
Sólo se ha entregado la Torre B. La infraestructura identificada como C está en plena ejecución. De las torres F, H, I apenas están las fundaciones.
Los afectados
Anyirenis González firmó el contrato de compra de un apartamento en la torre C con la Constructora Mata Linda en el año 2006.
Para concretar el acuerdo, tuvo que cancelar una cuota inicial de 21.500 bolívares. El costo total de la vivienda se fijó en 79.500 bolívares.
En abril de 2008 le debieron entregar su apartamento. “Estamos exigiendo continuidad de las obras para que las mismas sean concluidas lo más rápido posible, y estamos pidiendo que se no se nos cobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) porque es ilegal”, señala.
La violación, por parte de la Constructora Mata Linda, a las disposiciones establecidas en el convenio suscrito, le han causado daños personales, profesionales y económicos.
“En mi caso particular decidí renunciar a mi puesto de trabajo para poder hacer esta lucha, porque en ningún empleo es rentable que un trabajador esté faltando tres días a la semana”, dice.
Refiere que, a la fecha, no le han solicitado el pago del Índice de Precios al Consumidor (IPC), pero aclara que hay denuncias de otros compradores, a quienes se les ha exigido la cancelación de cantidades adicionales de dinero, con el pretexto de agilizar la adjudicación de las obras habitacionales.
Las cuotas ilegales de IPC varían entre 22.000 y 24.500 bolívares. “Hago un llamado a las personas para que no acepten firmar ningún otro tipo de contrato y que se unan a esta lucha, porque de esta forma seremos mayoría y tendremos más fuerza”, subraya.
González insta a los propietarios de las empresas inmobiliarias a actuar de manera “responsable y seria”, y a dejar la “guerra psicológica” emprendida en contra de los compradores.
“Pedimos que las constructoras no jueguen con la dignidad, los tiempos y la economía de los venezolanos”, sostiene.
Sacrificio en vano
Eryelis Alemán es otra de las personas estafadas por la Constructora Mata Linda. La rúbrica del acuerdo de compra-venta se hizo en el 2007, con el pago de una inicial de 34.000 bolívares y cuotas mensuales de 1.370 bolívares.
La tarifa total del apartamento se fijó en 94.500 bolívares. Pese a ello, en el 2008, los dueños de la empresa de construcción le exigieron la cancelación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) por la cantidad de 24.500 bolívares.
“Hice mi contrato con toda la esperanza y la ilusión de que mi apartamento me lo entregarían en julio de 2008, y hasta ahora no hay nada; sólo la fundación”, acota.
Afirma que las presiones ejercidas por las inmobiliarias, con la paralización de las obras y el cobro ilegal del IPC, sólo tienen como finalidad que las familias desistan y soliciten la devolución del dinero cancelado.
De esta manera, las constructoras pueden realizar una segunda, y hasta una tercera venta de las edificaciones.
“Vivimos en una zozobra buscando una esperanza nueva. No hemos recibido amenazas, pero sí nos están presionado con la detención de los trabajos de los obreros para que nos cansemos y dejemos esto así”, afirma.
Por otra parte, las personas que han cedido a las intimidaciones de la Constructora Mata Linda no han recibido el reembolso del dinero pagado.
Sueños truncados
Blanca García firmó el contrato de compra de un apartamento en el Parque Residencial Mata Linda en el año 2006, por un costo de 85.000 bolívares. Canceló una inicial de 24.000 bolívares, más 16 cuotas mensuales por 1.200 bolívares mensuales cada una.
Le tocaba la torre F, de la cual sólo hay fundaciones. Recuerda que, con el desembolso de las contribuciones mensuales, los representantes administrativos de la empresa inmobiliaria le aseguraban que las edificaciones iban avanzando.
“Pero ahora vemos que todo era un engaño y una estafa, porque ha vencido el plazo para la entrega de nuestras viviendas y aún no están ni en construcción”, apunta.
Juan Gorrín, otro de los ciudadanos estafados, comenta que en enero del año 2007 suscribió un acuerdo de compra-venta con la inmobiliaria Mata Linda, para obtener una vivienda por un valor de 80.000 bolívares, del cual canceló una inicial de 33.000 bolívares.
El contrato indicaba que su apartamento, en la torre H, sería adjudicado a mediados del 2008. “Luego nos dimos cuenta de que las obras habían sido paradas y me ofrecieron una reubicación en la torre E”, indica.
Tras aceptar la proposición de la Constructora Mata Linda fue obligado a firmar un segundo contrato, que incluía un aumento a 117.000 bolívares.
“Me incumplieron el primer y el segundo contrato. Pido que se haga justicia y que nos den respuestas inmediatas”, puntualiza.
Siguen las ventas fraudulentas
La Constructora Mata Linda sigue con las ventas engañosas, con la preventa de más urbanizaciones.
Tal es el caso del proyecto habitacional Bosque Real, localizado en la autopista Charallave, a 200 metros de la redoma de Santa Rosa, en la vía a Ocumare.
La oferta incluye apartamentos de 78 metros cuadrados con dos habitaciones, dos baños, un estudio convertible, cocina, sala, comedor, balcón y un puesto de estacionamiento.
Además, se promete la construcción de espacios recreativos como piscina, cancha deportiva, salón de fiestas y parque infantil.
El costo varía entre 450.00 y 880.000 bolívares. Se pide reservar con 20.000 a 50.000 bolívares. La empresa promete que la infraestructura será entregada en un “plazo máximo” de 12 meses.
Adicionalmente, se solicita la emisión de un cheque a nombre de Su Casa Financiera C. A, por 1.000 bolívares, para supuestos gastos administrativos. La Inversora Protecho, C. A es la encargada de realizar los trabajos.
En la información suministrada en la oficina de venta del proyecto Bosque Real se asegura que los edificios ya están construidos; sin embargo, y según comentan los afectados de las primeras obras, los dueños de la constructora están utilizando las viviendas inconclusas para estafar a nuevos posibles compradores.
Récord de irregularidades
La Constructora Mata Linda está dirigida por Pablo José Martínez Carpio y Rafael Delgado. En su récord consta la paralización de siete proyectos habitaciones, entre los que destacan: Parque Residencial Mata Linda, Bosque Real y Vista de Mata Linda.
A cuatro años de la venta de las viviendas, el Parque Residencial Mata Linda aún no está terminado. Las denuncias han sido reportadas en la Sala Situacional de Víctimas y Afectados, localizada en la sede del Indepabis, en Caracas.