Este miércoles, Grecia vice una nueva jornada de protestas, esta vez protagonizada por los empleados ferroviarios y los transportistas, en contra de la política de ahorro del Gobierno para reducir la deuda del país.
Los trabajadores de los ferrocarriles llevan a cabo hoy y mañana un paro de cinco horas en todo el país. Por ello, se prevén cancelaciones y modificaciones en trayectos nacionales e internacionales.
Este sector laboral está en contra de la decisión del Gobierno de privatizar la empresa y de las políticas de recorte de salarios para subsanar las pérdidas de 10 mil millones de euros al año que tiene la compañía.
Al mismo tiempo, miles de camioneros, que de desde hace una semana mantienen una huelga en protesta por la liberalización del sector, se encuentran concentrados frente al Parlamento de Atenas y cortan el tráfico en la ruta Atenas-Salónica, y Atenas-Corinto, además de varias salidas de Atenas que conectan con el resto del país.
El centro de la capital se encuentra paralizado por la presencia de camioneros y ya causa problemas de desabastecimiento en la industria y el comercio.
Además grupos de agricultores se han concentrado hoy en el centro de la capital para manifestarse contra la exigencia del Ejecutivo de que usen cajas registradoras, para controlar más su facturación, en la venta de sus productos en los mercados, así como del aumento del IVA en los mismos.
Por otra parte, el sindicato de funcionarios públicos ha convocado una huelga de 24 horas para el próximo 7 de octubre contra la rebaja salarial y el retraso de la edad de jubilación aprobado por el Gobierno.
El Gobierno griego ha firmado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y la eurozona, por el que Grecia recibirá 110 mil millones de euros en créditos a cambio de una dura política de ahorro.