Columna Desde el Resuello Esnú |La piratería del disco (Opinión)

Las discográficas del pasado en los tiempos del acetato fueron poderosos monopolios. Pagaban la grabación, la reproducían y comercializaban. Por cada disco otorgaban al autor o autores unos centavos por unidad vendida que causaba risa por lo ínfimo. Usted se conformaba con la promoción para así obtener contrataciones, pero incluso, las discográficas llegaron hasta cobrar un porcentaje por presentación. Un gran negocio bien conocido por Sacven que nunca hizo nada al respecto.

Además, el sello disquero era el dueño de la matriz del disco, es decir, solo ellos podían reproducir el material. Algunos recordarán aquella pelea en los tribunales que mantuvo Rafael Martínez (El Cazador Novato) con el sello Divensa, intentando recuperar sus grabaciones. Fue en vano.

Alí Primera tuvo que inventar su propio sello disquero: Cigarrón.

La “piratería” arrasó con esos sellos disqueros. Yo fui uno de los que celebró eso. Incluso mis discos salen con una nota: se permite su reproducción.

El problema no es la piratería, sino que como negocio capitalista al fin, terminó convirtiéndose también en una mafia. Más barato, pues no pagan la grabación. Distribuyen y venden lo ya grabado y el colmo de los colmos, no te pagan, ¡te cobran para vender tus discos!

Ellos venden a los famosos, los desconocidos que aspiren entrar en el mercado deben pagar. Incluso, muchos cantantes comerciales compran este tipo de difusión. El distribuidor lleva el disco y pide a los revendedores que suenen el tema. Eso junto a la payola radial, funciona.

No hace mucho, en pleno funeral del comandante Hugo Chávez, aprovechando el dolor colectivo, un cantante comercial de música llanera, puso a sonar oportunistamente una canción de ese modo. En menos de una semana se compuso, grabó, reprodujo y se distribuyeron los discos por todos lados.

Lo insólito es que como Estado en Revolución, ya que no hemos sido capaces de hacerlo nosotros, no exijamos al menos a esta gente más “democracia” y que a la par de la música alienante que venden, también pirateen y distribuyan otros contenidos y otros autores.

T/ Gino González