En la mayoría de los hospitales y clínicas el recién nacido es separado de su madre apenas nace, pese a investigaciones que demuestran lo perjudicial que resulta esta práctica.
Durante la separación se ejercen sobre el bebé una serie de procedimientos médicos, algunos de ellos profundamente violentos, que son realizados sin el consentimiento, ni la presencia de la madre y/o el padre, practicados de manera rutinaria y no de acuerdo a las condiciones de salud del bebé.
Dos de estos procedimientos trascienden el nacimiento y son clave para el inicio del amamantamiento y la vinculación entre mamá y bebé.
Se trata de la separación y la práctica de dar teteros de suero glucosado y/o fórmulas lácteas a los bebés mientras están en el centro de salud. Ambas prácticas son contrarias a la naturaleza mamífera del recién nacido y su madre, y atentan contra la capacidad del bebé de iniciar el amamantamiento.
¿Qué consiguen en el pecho de la madre los bebés:
El pecho de la madre es el lugar donde la o el bebé consigue reproducir las condiciones que tenía dentro del útero y en las que permaneció alrededor de 40 semanas.
El bebé no es capaz de regular su temperatura. Es el pecho de la madre el que proporciona dicha regulación (el calor). La madre puede aumentar hasta dos grados de temperatura en su tórax para calentar a su bebé, por lo que no se necesita una incubadora.
Estar en el pecho de la madre es garantía de alimento, ya que producirá el estímulo indispensable para que ella produzca leche en la cantidad y calidad necesaria. En el pecho materno el bebé tiene acceso a ser amamantado de acuerdo a sus necesidades mamíferas; es decir, con frecuencia y NO cada tres ó cuatro horas.
Se ha demostrado científicamente que estar en contacto piel con piel con su madre estimula la segregación de hormonas del crecimiento en el bebé, además de proporcionar la seguridad que necesita para estar tranquilo y asimilar metabólicamente el alimento.
La cercanía permite al bebé escuchar el latido del corazón de mamá y además regular su respiración y ritmo cardíaco fundamentales en el estado de inmadurez en el que nacemos todos los mamíferos humanos.
¿Qué podemos hacer para que NO nos separen?
Es indispensable que las madres y los padres conozcamos antes del nacimiento los diversos procedimientos que de forma rutinaria se practican a los recién nacidos y sus consecuencias.
Estar junto a nuestros bebés tras su nacimiento es un derecho de todas las madres y padres venezolanos, por lo tanto es obligación del personal de salud entregárnoslos y que permanezcan con nosotros de día y de noche durante el tiempo que estemos en el hospital o la clínica.
La Ley Orgánica sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia (artículos 15 y 51) y la Ley de Promoción y Protección de la Lactancia Materna protegen el alojamiento conjunto y penan con multa al personal de salud que impida el apego inmediato y el amamantamiento.