El próximo 8 de diciembre las venezolanas y los venezolanos acudiremos, una vez más, a los centros electorales para seguir fortaleciendo nuestro proceso democrático. No tenemos duda de que la Revolución puede mantener la mayoría de las alcaldías y otros cargos que se eligen en esa fecha.
Lo importante es considerar en su justa dimensión de qué se trata estas elecciones, que a veces se ven aminoradas por el ámbito que representan.
El primer error que podemos cometer es, precisamente, menospreciar la importancia política para la continuidad y profundización de la Revolución que estas elecciones tienen.
Debemos considerar que las alcaldías deben ser, naturalmente, el órgano de elección popular más cercano a las comunidades. Su esencia natural debe ser la metodología del “Gobierno de Eficiencia en la calle”, para poder hacer lo que toda alcaldía debe cumplir, trabajar por la construcción de ciudades o pueblos dignos para la gente.
El ejemplo que Caracas ha dado en este sentido es formidable. Una ciudad que fue catalogada por años como ingobernable, hoy va mostrando un rostro más humano. De esta manera uno puede confirmar que Caracas ganó las elecciones en el periodo pasado, pero mucho más allá del hecho electoral. Ahora, con la candidatura de Ernesto Villegas, se complementaría la tríada perfecta para que Caracas termine de ser la digna ciudad cuna del Libertador y de tanta gesta heroica en nuestra Revolución.
Muchos alcaldes de la “Revolución” en el interior del país se han conformado en una derrota en el tiempo, porque el pueblo ha perdido en muchos casos, pues la falta de una conjugación perfecta de voluntad política, amor por las comunidades, visión urbanística centrada en la gente, honestidad, honradez y compromiso con el pueblo en Revolución, nos lleva a gestiones grises o malas, que ponen en riesgo la continuidad del proceso, pues no atienden los problemas cotidianos e inmediatos de la gente.
Ganar las elecciones va mucho más allá del 8 de diciembre. El Comandante Supremo nos invitó a hacer irreversible al Socialismo, para ello es indispensable cumplir con el trabajo de base, formativo, cultural y político, que brinde la mayor suma de felicidad posible. Es desde lo local que la Revolución es viable y sostenible, porque no basta un Gobierno Nacional comprometido con el pueblo; es fundamental contar con alcaldes comprometidos con las construcción diaria del socialismo bolivariano y chavista.