Llamadas telefónicas del ministerio de Defensa sirio interceptadas por la agencia de inteligencia israelí Mossad y que serán presentadas como «pruebas» por el gobierno de Obama de que Bashar al Assad está detrás del ataque con armas químicas, sugieren en realidad que dicho ataque no fue ordenado por el gobierno sirio.
Las llamadas telefónicas del ministerio de Defensa sirio pasadas a Estados Unidos, revelan que luego del ataque de la semana pasada, funcionarios del gobierno sirio «intercambiaron llamadas telefónicas de pánico con un dirigente de la unidad de armas químicas, exigiendo respuestas por un ataque de agente nervioso que mató a más de 1000 personas».
¿Por qué el ministerio de Defensa sirio realizaría llamadas telefónicas de pánico ‘exigiendo respuestas’ sobre el ataque si ellos lo ordenaron?.
El hecho de que los más altos niveles del gobierno aparentemente no tenían conocimiento del ataque, fuertemente sugiere que ellos no lo ordenaron.
Así que a pesar de no saber exactamente lo que pasó, por qué pasó, ni quién lo ordenó, mientras se sabotea la investigación de la ONU sobre el incidente, Estados Unidos está a punto de lanzar ataques con misiles crucero y potencialmente encender toda la región basado en evidencia que realmente sugiere que el gobierno sirio no tenía idea de quién estaba detrás del ataque de armas químicas.
Mientras tanto, evidencia previa que sugiere que los mercenarios respaldados por Estados Unidos prepararon y utilizaron armas químicas en numerosas ocasiones, han sido completamente olvidadas en la prisa por la guerra.
La última vez que la ONU investigó evidencia de armas químicas utilizadas en Siria, los inspectores concluyeron de que era probable que los mercenarios estaban detrás de los ataques y no las fuerzas de Assad.
Además, conversaciones telefónicas filtradas que emergieron a principios de este año entre dos miembros del opositor Ejército Libre Sirio contienen detalles de un plan para llevar a cabo ataques de armas químicas capaces de impactar en un área del tamaño de un kilómetro.
También hay varios videos que muestran a mercenarios respaldados por Estados Unidos preparando y utilizando armas químicas.
La idea de que Washington tiene alguna credibilidad cuando se trata de echar la culpa sobre armas de destrucción masiva es ridícula.
La última vez que el mundo creyó las afirmaciones de Estados Unidos acerca de las no existentes armas de destrucción masiva de Irak, cientos de miles de personas inocentes fueron asesinadas como resultado.
El gobierno de Obama está a punto de lanzar de cabeza a Estados Unidos en un conflicto que podría desatar una nueva guerra en el Medio Oriente, sin embargo, la justificación misma para el ataque está siendo alegremente aceptada por los principales medios de comunicación, que no han aprendido nada de cómo su servil e incondicional comportamiento antes de la invasión de Irak en 2003 ayudó a engrasar los patines para una década de derramamiento de sangre y desastre.