El líder de la Revolución Bolivariana fue claro en sus recomendaciones dadas el 25 de junio de 2009 durante la celebración del tercer programa “Aló, Presidente Teórico”, transmitido desde el Teatro Teresa Carreño, en Caracas: construir y profundizar la tarea ideológica, así como enriquecer el debate diario, para profundizar y apuntar “la artillería del pensamiento”.
Y esto, es lo que se logra con tanto esfuerzo y dedicación tras las páginas del diario reeditado por el comandante Hugo Chávez en agosto de 2009 y que circuló por primera vez desde el 27 de junio de 1818 hasta el 23 de marzo de 1822, durante la Guerra de independencia de Venezuela.
Después de 203 años, la batalla continúa. Se ha transformado en una Guerra de Cuarta Generación, en la que los medios privados al servicio de las grandes corporaciones transnacionales se han encargado de promocionar la campaña belicista de los imperios del mundo contra los países independientes y amantes de la paz; pero el presidente Chávez no le perdió paso a Bolívar y gracias a ello hoy contamos con medios alternativos, comunitarios y oficiales al servicio del Poder Popular, que es el poder más legítimo que pueda tener cualquier nación del mundo.
En la historia nos hemos caracterizado por batallar desde temprana edad, por defender nuestro sentimiento patrio y libertad como principio de vida. Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, el gran Mariscal de Ayacucho y amigo íntimo del Libertador, se hizo cadete cuando apenas tenía 13 años de edad; de allí sus principales conocimientos en la estrategia de las artes militares y posteriormente sus habilidades en batalla a la edad de 16 años, bajo las órdenes de Miranda en la batalla de Valencia.
Sucre sigue el ejemplo del general Bolívar y de Francisco de Miranda, fundador de El Colombiano, periódico de Londres. Fundó El Cóndor, periódico boliviano y El Monitor, periódico quiteño, así pues que la prensa lleva en nuestra historia la batalla estratégica de las ideas plasmadas en papel y tinta y que gracias a la Revolución Bolivariana que nos dejo el Comandante supremo, día a día estamos apuntando “la artillería del pensamiento” más allá de nuestras fronteras, donde nuestra opción de vida es atacada por los medios mercenarios de la comunicación privada.
Recordaremos siempre la frase de Bolívar cuando pedía con urgencia a su amigo Fernando Peñalver que le enviara la imprenta, que era «tan útil como los pertrechos». Esta tierra joven, de gran trayectoria combativa, se impulsa desde las ideas para seguir cosechando victorias concretas. ¡Comandante Chávez, gracias por devolvernos el Correo del Orinoco!