Movimientos agroecológicos rechazaron ayer el proyecto de ley de semillas que se debate en la Asamblea Nacional (AN) porque, de aprobarse, limitaría el libre uso de semillas originarias en el país.
En una jornada de calle para recoger firmas y explicar el contenido del instrumento legal, realizada en la esquina de Capitolio, en Caracas, la Red Nacional de Semillas se manifestó en contra. “El pueblo legislador no quiere la propiedad intelectual sobre las semillas, ni su supervisión, fiscalización y menos la certificación”, recalcó el vocero de la red Pablo Magallo.
PUNTOS POLÉMICOS
Magallo reconoció que el actual instrumento legal que se discute en la Asamblea Nacional prohíbe las semillas transgénicas, pero se “dejaron algunas otras cosas que son la puerta de entrada a esos productos genéticamente modificados”.
Uno de esos aspectos se refiere a las patentes de las semillas, que estás expresamente prohibidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual establece que “no se pueden patentar seres vivos”, recalcó.
Comentó que el proyecto de ley de semillas también habla de los derechos de obtentores que es casi un calco de la legislación que se les han impuesto a países que han suscrito tratados de libre comercio: “Esto quiere decir que las semillas utilizadas durante miles de años por los pueblos originarios y que ha ido modificando por métodos naturales, para reproducir los mejores frutos, como el maíz, ahora alguien le hace una modificación en el laboratorio y pretenda patentarla como una variedad”, de su propiedad, explicó.
Red Nacional de Semillas se planteó una Venezuela libre de transgénico, para mantener la voluntad del Comandante Hugo Chávez. La decisión se tomó en el encuentro que se realizó en Monte Carmelo, Sanare, Estado Lara. el 29 de octubre de 2012.
AFECTA A CAMPESINOS
Según Magallo el proyecto de ley contempla la certificación de las semillas, lo que implica que a los campesinos se les impondrían multas y se les penalizaría por usar semillas que han utilizado por millones de años. Por eso, expresó que es necesario que se debata con el pueblo.
“Nosotros queremos que no se vote ese proyecto de ley, porque penaliza al campesino y pretende privatizar el uso de la semilla. Esto iría en favor de las grandes corporaciones transnacionales como Monsanto, Syngenta y Dupont, entre las más importantes”, argumentó.
La red respaldó también la discusión de una plataforma unificada del movimiento campesino y pescadores que se discutió ayer.