El Gobierno de Brasil organizará para los días 23 y 24 de abril de 2014, en Sao Paulo (sureste), una conferencia internacional con el fin de buscar un consenso para la gobernanza mundial de internet, en reacción al espionaje cibernético por parte de Estados Unidos.
«Decidimos hacer en Brasil un encuentro sobre el tema, estamos haciendo una convocatoria muy amplia, multisectorial», con gobiernos, academia, empresas, sociedad civil y organismos técnicos, informó este lunes a la prensa el ministro de Comunicaciones brasileño, Paulo Bernardo.
En presencia del canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, Bernardo enfatizó que «queremos resultados concretos para la construcción internacional de una gobernanza global que pueda garantizar la libertad, proteger los derechos de los usuarios a usar en plenitud los nuevos medios de comunicación e internet».
Por su parte, el ministro de Ciencia y Tecnología, Marco Antonio Raupp, expresó su preocupación porque «no hay ninguna norma, es el vacío». Ninguna entidad internacional regula los principios de internet para defender esos derechos.
La conferencia fue anunciada inicialmente por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, tras reunirse con el jefe de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN), Fadi Chehadé, que acogió la iniciativa.
Rousseff canceló en octubre pasado una visita de Estado a Washington tras denuncias de que sus comunicaciones y las de millones de brasileños fueron espiadas por Estados Unidos.
Ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), la mandataria brasileña denunció en septiembre pasado el espionaje cibernético estadounidense.
Rousseff defendió la creación de un marco civil internacional destinado a proteger la privacidad de los usuarios de internet.
Junto con Alemania, que también ha sido espiada por EE.UU., Brasil ha presentado en la ONU un proyecto de resolución para limitar la vigilancia cibernética y en defensa del derecho de las personas a la privacidad.
Edward Snowden, extécnico de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) había revelado documentos que afirman que el Gobierno de EE.UU. interceptó correspondencia privada de la mandataria brasileña y de la empresa estatal Petrobras.
Además, Washington mantuvo vigilancia constante sobre las comunicaciones de la canciller alemana, Angela Merkel, situación que ha tensado las relaciones diplomáticas norteamericanas con numerosas naciones que se han visto afectadas.