Para el Gobierno Bolivariano hay dos elementos fundamentales sobre el tema semillas, establecidos por el comandante Hugo Chávez, que “no están ni estarán en discusión”, señala Tatiana Pugh, presidenta del INIA. Uno de ellas es “que no queremos transgénicos” y cada vez que hablamos de intercambio de semillas con Brasil” es algo que queda claro.
“Hubiésemos podido tener el país inundado de semillas transgénicas”, pero “ha habido una claridad, una fortaleza, una firmeza, en el Gobierno Bolivariano, con respecto al tema de los transgénicos”, reconoce.
Pugh enfatiza que hay otro elemento claro en la política venezolana: ningún sistema de clasificación o de certificación de semillas “puede hacerse en desmedro del conocimiento ancestral de los campesinos y campesinas”. Eso significa que “nosotros no solamente reconocemos sino que valoramos la existencia de nuestra semilla campesina, porque gracias a la semilla campesina es que el pueblo venezolano ha podido comer toda la vida”.
En el caso de la yuca, el ocumo, el ocumo chino y la batata, puntualiza, es la semilla campesina la que mantiene los cultivos. “Hay una enorme variabilidad, por ejemplo, en frijoles, que ya poco consumimos pero que eso es producido, guardado e intercambiado por los campesinos”, reivindica.
También “hay un sistema de certificación de semilla que implica la posibilidad de acceso a semilla certificada” para las productoras y los productores.
En el presente hay un gran respeto por la semilla campesina: “Hay que promoverla y generar condiciones para que muchos campesinos produzcan su propia semilla”. Pugh contrasta esto con lo que sucede en Colombia, donde “si las autoridades consiguen semillas guardadas las decomisan y la queman, porque la única que se puede sembrar es la certificada”. El agronegocio es impone en la nación vecina.
La posición del INIA es totalmente opuesta: incluso, la servidora pública recalca que es fundamental la participación del Poder Popular y de las comunas, porque se parte de que toda campesina y todo campesino es un mejorador de semillas.
EL ARROZ SOBERANA YA ESTÁ DISPONIBLE
El INIA liberó este año el arroz variedad Soberana, con un rendimiento promedio de 5 toneladas por hectárea. “Nosotros hemos conseguido con Soberana entre 10 y 12 toneladas por hectárea”, mediante mejoramiento genético y selección, asevera Tatiana Pugh.
“Ahora estamos cosechando la primera semilla”, señala, por lo “que tenemos semilla disponible para comenzar a hacer siembras comerciales”. Pugh refiere que el INIA tiene disponibilidad para sembrar “no menos de mil hectáreas con esta variedad que estará a disposición de los productores”.