El panel de 50 expertos encargado de reformar la Constitución egipcia celebrará este lunes una reunión final antes de entregar el proyecto al presidente interino Adly Mansour, quien debe convocar un referendo para su aprobación final.
Un grupo de cuatro artículos controversiales, relativos al plazo para convocar a comicios, la composición del parlamento, que quedó a discreción del mandatario interino, y dos sobre las cuotas para sectores de los sindicatos, campesinos, jóvenes, cristianos y minusválidos, fueron los más debatidos, según trascendidos.
El fin de las labores del panel un día antes del plazo fijado, 3 del mes en curso, inicia en la práctica la carrera para comicios legislativos y presidenciales que las actuales autoridades egipcias esperan desemboquen en el reinicio de la constitucionalidad, interrumpida con la deposición por las Fuerzas Armadas en julio pasado del presidente islamista Mohamed Morsi.
Ese tránsito se augura intrincado debido a la polarización de la sociedad entre partidarios y rivales del derrocado mandatario y un naciente movimiento opuesto a ambos, en particular debido a la promulgación de una ley de manifestaciones que regula el derecho a protestas pública con más de 10 participantes.
La aplicación de severas penas de prisión a 21 activistas femeninas de la ilegalizada Hermandad Musulmana (HM, islamistas) y la férrea oposición de agrupaciones laicas a la legislación, sancionada ocho días atrás por el mandatario interino, constituye un elemento combustible en la volátil crisis egipcia.
Integrantes del Gobierno provisional aplican una discreta reversa y dejan entrever que la ley puede ser modificada y que el presidente Mansour está dispuesto a revisar el caso de las activistas una vez culminadas las apelaciones, pero los detractores de todas las tendencias optan por mantener la presión y generan choques casi diarios en esta capital y otras ciudades.