El Gillmanfest regresará a Caracas el próximo 26 de abril en la Plaza Diego Ibarra, informó este miércoles el organizador del festival venezolano, Paul Gillman.
Entrevistado en el programa Contrastes, que transmite Venezolana de Televisión, el vocero del Movimiento de Rockeros por la Paz y la Vida subrayó que gracias al Gobierno del Distrito Capital y la Alcaldía de Caracas el Gillmanfest se efectúa en la urbe capitalina.
Exigió, en ese sentido, más apoyo institucional al ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, Miguel Rodríguez Torres (también responsable de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela), y al representante del Movimiento de Artistas por la Paz y la Vida, Roberto Mesutti, para llevar el Gillmanfest a todos los estados del país.
“El resto del país dice ‘¿Por qué siempre Caracas, Caracas, Caracas?’ ‘Qué pasa con nosotros, la gente del Zulia o Lara? ‘. Por eso quiero hacer un llamado al general Miguel Rodríguez Torres, a Roberto Mesutti y al propio presidente Maduro: Estamos a la orden. Queremos estar en todo el país; nos están pidiendo eso y tenemos derecho, porque las rockeras y rockeros somos los que siempre hemos luchado por la Revolución, desde mucho antes que llegara el Presidente. Queremos seguir adelante”, exhortó el músico criollo.
CINE AQUILES NAZOA : EL NUEVO TEMPLO DEL ROCK
Marcela Cornejo, coordinadora de difusión y socialización de saberes del Distrito Capital, comunicó que el próximo 6 de febrero se realizará un cine foro sobre el Rock venezolano en el Cine Aquiles Nazoa (antiguo Cine Urdaneta), ubicado en la Parroquia San Juan de Caracas.
Detalló que el 13 y 20 de ese mes se dictarán clínicas de bajo para los interesados de este instrumento, mientras que el 1° de marzo se efectuará en » el nuevo templo del Rock» un toque que contará con la participación de seis agrupaciones.
Cornejo también adelantó que se está organizando un concierto de Rock Sinfónico de la banda Gillman con la Banda Marcial de Caracas, que cumplirá 150 años este 2014.
Finalmente, Paul Gillman precisó: “Ya no somos las escoria de la sociedad ni los perseguidos de la policía”.