El Gobierno de México desarmó a más de 1.200 policías municipales del estado de Michoacán sospechosos de tener vínculos con el narcotráfico durante las operaciones llevadas en esta región durante la última semana.
El responsable del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido García, informó el lunes del incidente y añadió que estos 1.200 policías municipales fueron trasladados al Centro de Adiestramiento Regional de la Sexta Región Militar en Tlaxcala para ser interrogados.
Las autoridades mexicanas habían informado, el domingo, de que las fuerzas mexicanas de seguridad habían logrado detener a 46 personas como culpables de diferentes delitos, entre ellos Jesús Vázquez Macías, alias ‘El Toro’, uno de los presuntos líderes de la banda del narcotráfico «Los Caballeros Templarios».
La banda mencionada mantenía un férreo control sobre Michoacán, pues cuenta con amplias zonas de cultivo de marihuana y amapola y esconde laboratorios de drogas sintéticas que trafican a Estados Unidos.
Desde hace casi una semana, el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha intensificado esfuerzos para desarmar a los grupos civiles, integrado la mayoría por los agricultores y lugareños, que se alzaron en armas hace un año para combatir a los cárteles del narcotráfico.
Mientras el Ejecutivo alega que los civiles armados constituyen un peligro para la seguridad del país, los grupos de autodefensas creen que las tropas gubernamentales no pueden con las poderosas bandas del narcotráfico, así que lanzaron por su cuenta y sin la participación del Gobierno una lucha contra los cárteles de la droga.