Este lunes, trabajadores de la empresa Siderúrgica del Turbio (Sidetur), cuya nacionalización anunció este domingo el presidente Hugo Chávez, expresaron total apoyo a la medida, ya que «era un anhelo de los trabajadores, por cuanto la compañía incurría en prácticas especulativas y los sometía a condiciones laborales precarias”.
Durante una entrevista en el programa Despertó Venezuela, de Venezolana de Televisión, David Barceló, trabajador de la planta Casima de Sidetur, ubicada en Puerto Ordaz, estado Bolívar, indicó que los propietarios de la empresa “engordaban los precios de los productos a partir de materia prima que llegaba a bajo costo”.
Manifestó su satisfacción por el hecho de que la compañía será un eslabón importante dentro del proyecto Guayana Socialista, que se impulsa en las empresas básicas del sur del país para fortalecer la producción mediante el control obrero.
Por su parte, Alejandro Álvarez, otro trabajador de Casima, informó que el 30 de abril pasado, una comisión del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (Inpsasel) suspendió las operaciones en una de las plantas porque representaba peligro inminente para los empleados, ya que laboraban en condiciones de riesgo. Resaltó que la nacionalización de esta empresa, nacida en 1972, tendrá un impacto positivo en el desarrollo del país, al complementarse con otras compañías del Estado.
Tirso García, trabajador de la planta de Sidetur ubicada en Antímano, Caracas, indicó que esa nacionalización “era esperada desde hace rato, ya que era una necesidad para la dignificación de los trabajadores”. Ratificó los altos costos en que esta empresa vendía las cabillas y agregó que la compañía comercializaba productos de segunda para las comunidades populares y los trabajadores. “Queremos que se fabriquen ferreterías socialistas ahora, para que sus productos lleguen a los necesitados a precios justos”, comentó.
El Mandatario Nacional, Hugo Chávez, anunció este domingo la nacionalización de Sidetur, empresa que produce 40% de las cabillas que se utilizan en el país, con el fin de fortalecer el sector nacional de la construcción. Entre sus instalaciones industriales destacan dos acerías de palanquilla, una de ellas es la de Casima (Puerto Ordaz), y la otra la de Barquisimeto (Lara). Además, tiene plantas en Caracas, Guarenas y Valencia y cuenta con 15 campos de recolección y procesamiento de chatarra ferrosa.