Argentina comenzó la construcción de una central nuclear, la CAREM 25, en la localidad de Lima, provincia de Buenos Aires, la cual operará con el primer reactor de potencia íntegramente desarrollado en el país, reporta el servicio MinutoUno.
En un comunicado, citado por ese medio, el ministro de Planificación, Inversión Pública y Servicios, Julio de Vido, destacó el avance logrado en este frente a partir de desarrollos tecnológicos propios al anunciar el inicio la víspera de la fase estructural del complejo energético-nuclear.
En la construcción de CAREM 25, el Estado Nacional invertirá tres mil 500 millones de pesos, casi 449 millones de dólares, incluyendo toda la infraestructura necesaria para su desarrollo en los Centros Atómicos de Bariloche, Constituyentes, Ezeiza, el Predio Lima y Sede Central, informó Planificación.
El reactor CAREM (siglas de Central Argentina de Elementos Modulares) es un proyecto de central nuclear de baja potencia, 25 MegaWatts, concebido, entre otras posibilidades, para el suministro de energía en regiones aisladas a un costo aproximado de cuatro mil dólares el KiloWatt.
Funciona con combustible nuclear de óxido de uranio, muy similar al que usan los reactores de las centrales de Atucha y Embalse sólo que, en el caso del CAREM, está enriquecido al 1 o 2 por ciento, y agua liviana como refrigerante.
Fue diseñado para funcionar a 122.5 bar con un caudal nominal de 410 kilogramos por segundo en el circuito primario y una temperatura de 326 grados Celsius.
También puede utilizarse para provisión de energía destinada a la desalinización de agua de mar, hasta su utilización como laboratorio de investigación y de entrenamiento para operadores de grandes centrales nucleares, entre otros posibles usos. Sus características originales lo diferencian de los reactores nucleares de agua presurizada convencionales, que han estado en operación en las cuatro últimas décadas.
«Hoy es un día histórico porque con este nacimiento del reactor CAREM, que es diseño y tecnología nacionales, seguimos profundizando el desarrollo nuclear que reimpulsó Néstor Kirchner desde el 2003, luego de que el neoliberalismo casi lo desmantelara», consignó el titular.
De Vido señaló que esta planta sigue los pasos de Atucha II, cuya construcción ya se encuentra finalizando el proceso de arranque y la próxima extensión por 30 años de vida de la central Embalse.
Esas obras son posibles en el marco del modelo de crecimiento con inclusión social que lleva adelante la presidenta Cristina Fernández, quien propulso la política del extinto mandatario Néstor Kirchner de reactivar y fomentar la industria energético-nuclear argentina, resaltó el ministro.
El ambicioso proyecto reafirma la capacidad de desarrollar y poner en marcha de centrales nucleares de baja y media potencia, lo cual perfila a Argentina como uno de los líderes mundiales en este complejo campo, señaló De Vido.
Se prevé que al menos el 70 por ciento de los insumos, componentes y servicios vinculados de las centrales CAREM sean de fabricación nacional, bajo las más estrictas normas internacionales de calidad, aseguró el titular.