En el estado Aragua, el secretario general del partido de oposición Acción Democrática (AD),Orlando Espinoza, desacreditó los resultados de las elecciones primarias impuesta por la denominada «Mesa de la Unidad» (MUD).
«Los candidatos electos son producto de una maquinaria creada por los cogollos», manifestó el dirigente político. Aclaró que quienes votaron el domingo 25 de abril en las primarias, «fueron movilizados por los partidos opositores participantes en esos comicios. La militancia no acudió de forma voluntaria a sufragar».
Espinoza admitió que las organizaciones políticas AD, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Podemos implantó los candidatos a las parlamentarias en el estado Aragua y le dejaron las migajas a los independiente de la «sociedad civil». Estos últimos, – detalló el político-, rechazaron la imposición de candidatos y, además, subrayaron «que los votos los tienen los partidos de la derecha».
En Aragua, AD impuso como segunda candidata a Margarita Rivero, quien figura en la lista de aspirantes a la Asamblea Nacional, que lidera el opositor Ismael García del partido Podemos, David Ortiz de Alianza Bravo Pueblo y Aurimare Rodríguez.
«Hay que ser sinceros, estas organizaciones políticas de derecha cuentan con los votos para las parlamentarias y los independientes no pueden pretender ser postulados sin tener el apoyo mayoritario del electorado», apuntó Espinoza.
Orlando Espinoza junto al opositor Ismael García, fue uno de los creadores de la «plataforma unitaria» que impuso la escogencia a dedo, desde Caracas, de cada uno de los candidatos a las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre.
García saltó la talanquera en el año 2007 para las filas de la oposición, para luego respaldar a los viejos dirigentes políticos que estuvieron vinculados con el Pacto de Punto Fijo, convenio entre los partidos AD y COPEI, que ejercieron el poder por más de 50 años y que además, ahogaron al pueblo venezolano entre las represiones militares y las crisis económicas.
El dirigente político Espinoza al igual que su partido AD, apoyó el golpe de Estado de 2002, promovido por los sectores conservadores del país junto a las poderosas elites económicas, para derrocar al presidente venezolano Hugo Chávez.