El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reiteró hoy la necesidad de una respuesta inmediata de la Unión Europea (UE) ante el incremento del número de inmigrantes muertos al intentar llegar al denominado Viejo Continente.
Según un informe de organizaciones no gubernamentales divulgado la víspera, personas rescatadas en los últimos días por autoridades italianas reportaron la desaparición y probable muerte en el mar Mediterráneo de alrededor de 400 indocumentados.
Tras conocerse lo sucedido, el Acnur instó a la UE a incrementar las medidas para evitar tragedias de ese tipo y a perfeccionar su sistema de salvamento.
En reiteradas ocasiones dicha organización ha pedido al bloque comunitario crear alternativas legales para quienes intentan establecerse en Europa y apoyar a los países receptores, principalmente, a Italia y Grecia.
De acuerdo con medios de prensa, la desaparición de las 400 personas se conoció tras interrogar a cientos de indocumentados trasladados por los equipos italianos de salvamento a localidades del sur de ese país.
Representantes de Save the Children estiman que entre los considerados fallecidos se encuentra una gran cantidad de jóvenes y niños.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, lamentó lo ocurrido y pidió al bloque comunitario dejar de lado la «apatía» y ofrecer soluciones inmediatas.
Según el Acnur más de 200 mil indocumentados cruzaron el Mediterráneo en 2014 y al menos tres mil 500 murieron en el intento.
El director de ese organismo, António Guterres, criticó la suspensión el 21 de octubre pasado de la operación Mare Nostrum, creada por Italia tras el fallecimiento en 2013 de 366 inmigrantes cerca de la isla de Lampedusa.
Mare Nostrum no ha sido reemplazada por un mecanismo con una capacidad equivalente para rescatar personas, ni se han ampliado los caminos legales para los indocumentados, señaló Guterres.
En lugar de la iniciativa italiana, con un costo mensual de 9,3 millones de euros para ese país, la UE implementó la operación Tritón que, con un presupuesto de 2,9 millones de euros, tiene como tarea fundamental la vigilancia de fronteras y no precisamente la ayuda a inmigrantes en alta mar.