En Baréin, activistas y organizaciones pro derechos humanos iniciaron la noche del sábado una campaña en solidaridad con Yafar Maatuq, un opositor ciego encarcelado por las tropas del régimen de Al Jalifa.
Mediante un comunicado, además de pedir la inmediata liberación de Maatuq, las organizaciones pro derechos humanos afirmaron que han decidido adoptar tal medida debido al deterioro que presenta la salud del recluso chií en las cárceles del citado régimen.
Recibir una debida atención médica y el tratamiento adecuado es un derecho basado en las convenciones internacionales, además de ser un derecho humanitario, aseguraron.
También exigieron a las autoridades bareiníes ofrecer atención médica a los detenidos y prisioneros que así lo necesiten para evitar el agravamiento de su salud.
Asimismo, denunciaron que privar a los presos de un tratamiento médico es una forma de tortura. La negativa de las autoridades del régimen bareiní a proveer una atención médica adecuada a los detenidos viola las leyes internacionales.
Igualmente, declararon que la situación de los derechos humanos en el pequeño país del Golfo Pérsico ha alcanzado un nivel muy peligroso, pues ni las instituciones de la sociedad civil ni las organizaciones de derechos humanos pueden hacerse cargo de cada uno de los casos, a pesar de que muchas de las víctimas están siendo objeto de la sistemática represión que ejerce la monarquía árabe.
El pasado mes de abril, un tribunal bareiní condenó a Maatuq a 10 años de prisión por haber participado en las manifestaciones antigubernamentales que tienen lugar en el país árabe.
Desde mediados de febrero de 2011, la pequeña monarquía ribereña del Golfo Pérsico atestigua, casi a diario, protestas que condenan, principalmente, las violaciones de los derechos humanos por parte del régimen de Al Jalifa, en el poder desde hace más de 40 años.
Las protestas pacíficas del pueblo, ocurridas en su mayoría en los barrios chiíes, siempre son reprimidas por las fuerzas de seguridad bareiníes con gases lacrimógenos o balas reales.