En una sesión conjunta, el Consejo Legislativo de Aragua y el Concejo Municipal de Girardot aprobaron un acuerdo en rechazo a los sucesos ocurridos durante el paro petrolero protagonizado por la derecha venezolana en diciembre de 2002 y principios de 2003.
A la sesión, realizada en el Parlamento aragüeño, asistieron víctimas de esa acción vandálica de la oposición, como fue el señor Jacinto Peña y su familia, quienes perdieron el único sustento económico
Durante la sesión, el concejal Adolfo Cedeño, presidente de la Cámara Municipal, recordó que el sabotaje petrolero golpeó a la economía venezolana y llenó de conciencia al pueblo venezolano.
«Una acción vandálica de la cúpula meritocrática de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) fue derrotada por la conciencia de un pueblo que sigue fortaleciendo su compromiso con la patria y con el comandante Hugo Chávez, de crear la Venezuela potencia», expresó.
En la sesión, Marcos Sosa, del equipo político del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), intervino en un derecho de palabra, en el que recordó los estragos causados por el paro criminal de 2002-2003, protagonizado por Fedecámaras, que dejó pérdidas materiales y económicas incalculables.
«Hay gente que perdió su puesto de trabajo, sus negocios y empresas. Algunos perdieron la vida en una de esas trancas por falta de combustible. El daño que la derecha ocasionó al pueblo venezolano, en términos de los humano, es incalculable», reflexionó.
Este paro petrolero se produjo hace 10 años, el 2 de diciembre de 2002, como parte de una serie de maniobras emprendidas por la entonces organización de oposición llamada Coordinadora Democrática, que tenía el propósito de derrocar el Gobierno constitucional del presidente Hugo Chávez.
El sabotaje contra la industria petrolera fue convocado como un «paro cívico», que a lo largo de 63 días fue enfrentado y derrotado por el pueblo.