El presidente Obama decretó un minuto de silencio por la tragedia nacional|Acusaron a movimiento conservador Tea Party de ser el instigador de la masacre en Arizona

Sectores liberales y varios legisladores estadounidenses acusaron ayer al movimiento ultraconservador Tea Party de ser el instigador, por su discurso incendiario, de la masacre en que provocó el pasado sábado seis muertos y 14 heridos en Tucson, Arizona.

En el centro del huracán está Sarah Palin, exgobernadora de Alaska, excandidata a vicepresidenta y una de las caras más visibles del Tea Party, por los fuertes comentarios que hizo durante la recién concluida campaña para las elecciones parlamentarias de noviembre.

La congresista demócrata Gabrielle Giffords, quien recibió heridas graves en la cabeza durante el tiroteo, denunció el pasado a Palin por publicar en su página web un mapa en el que se muestran 20 distritos que eran defendidos por los demócratas marcados con la mira de un rifle. El de Giffords era uno de ellos.

Giffrods, que libró un disputado mano a mano con el candidato del Tea Party Jesse Kelly en las recientes elecciones, advirtió en plena campaña electoral a Sarah Palin, tras su incendiaria llamada a las “armas”, que “Cuando la gente hace eso, tiene que darse cuenta de que esas acciones pueden tener consecuencias».

El congresista demócrata Raúl Grijalva, que ha sufrido amenazas y ataques a pedradas contra su oficina por oponerse a la ley de inmigración de Arizona, ha lanzado también ayer su dedo acusador contra el Tea Party en declaraciones a la revista MotherJones.

«Hay gente que está alimentando este monstruo y propagando el odio, la ira y la división. Algunos en la extrema derecha han convertido la ‘demonización’ de los cargos electos en su absoluta prioridad», sostuvo.

Por su parte, en declaraciones a la televisora CNN, el senador demócrata Richard Durbin recordó frases de Palin durante la campaña como «No retrocedan, recarguen (sus armas)».

Durbin estimó que los lemas agresivos del Tea Party podían llevar a «personas inestables a pensar que tal acto de violencia es aceptable», por lo cual llamó a eliminarlos de los medios de comunicación. También el representante demócrata James Clyburn, señaló que es imposible decir que tales frases son sólo palabras, porque -subrayó- tienen consecuencias.

Sin embargo, los conservadores salieron en defensa de Palin y rechazaron cualquier vínculo.

«Deberíamos ser muy prudentes en cuanto a imputar las acciones de un individuo mentalmente perturbado a un grupo particular de estadounidenses que tienen sus propias convicciones políticas», comentó el senador republicano Lamar Alexander.

Esto es una terrible politización de la tragedia, consideró Rebecca Manssur, colaboradora de Palin, ex candidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos.

UN MINUTO DE SILENCIO

El presidente Barack Obama decretó un minuto de silencio por la matanza de Arizona, declarada tragedia nacional. La bandera ondeó ayer a media asta en el país, y en las dependencias gubernamentales se cancelaron sus actividades a las 11 de la mañana en Washington en memoria de las víctimas del tiroteo.

«Será un momento para estar unidos como nación en la plegaria y en la reflexión», anunció Obama, que ha intentado mantenerse al margen de las inevitable politización de la tragedia.

En tanto, el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, anunció la suspensión cautelar de las votaciones previstas para esta semana, incluido el “rechazo” de la reforma sanitaria de Obama, anunciado a bombo y platillo hace apenas una semana.

En un breve comunicado desde Ohio, Boehner declaró que «el ataque contra uno es un ataque con todos». El líder republicano advirtió sin embargo que «ningún acto, por odioso que sea, debe detenernos a la hora de cumplir con nuestro deber».

EL ACUSADO

Las autoridades confirmaron que, durante una inspección del domicilio del acusado por la masacre de Tucson Jared Lee Loughner fueron encontrados sobres en una caja fuerte con mensajes como «lo planee con anticipación» y «mi asesinato», así como el nombre de «Giffords» y la firma del joven.

Lee Loughner irrumpió el sábado en un acto de Giffords con votantes frente a un supermercado en la ciudad de Tucson, en Arizona, el estado al que representa en la Cámara de Representantes desde enero de 2007, y disparó a la congresista y a varios de los asistentes.

El joven será acusado de tres cargos por intento de asesinato de un funcionario público, como son la congresista Gabrielle Giffords y dos de los miembros de su equipo que resultaron heridos, Pam Simon y Ron Barber, que también permanecen hospitalizados.

Además, el fiscal formulará otros dos cargos por asesinato en primer grado, uno por la muerte del juez federal John Roll, y otro por Gabriel Zimmerman, uno de los directores del equipo de la congresista.

El director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Mueller, indicó que estos cargos son sólo el principio, y que Loughner podría ser procesado bajo la ley que persigue el terrorismo doméstico.

T/Agencias
F/AFP