Eran las 11:00 de la mañana y la marcha convocada por la oposición por el Día del Trabajador, que se movió por la avenida Casanova de Caracas no ocupaba tres cuadras completas. Un señor, montado en un camión, arengaba con un megáfono y a ratos decía: «vamos pueblo, a marchar contra la tiranía».
En el recorrido participaban, en su mayoría, personas de la tercera de edad ataviadas con franelas de los partidos AD y Copei y sus derivados Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo. La ausencia de jóvenes fue notable para Luis José Linares, vendedor de la bandera de Venezuela.
«La cosa no ha salido bien. Aquí lo que hay son puros señores y partidos políticos. Ellos no compran nada. Los que compran son los jóvenes y aquí no hay muchos que digamos», dijo, al tiempo que vociferaba: «banderas, banderas, mira que tengo las banderas».
Mientras cientos de efectivos de Policía Nacional Bolivariana custodiaban en motocicletas los alrededores de la ruta de la marcha, una militante UNT repartía un volante que le pedía al gobierno el «cese de la criminalización de la protesta».
Mientras los participantes avanzaban no dejaban de aplaudir y vitorear a un enjambre de periodistas de medios privados que entrevistaba a miembros de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), los principales convocantes de la marcha y que en 1997 integró una comisión tripartita para eliminar la retroactividad de las prestaciones sociales, actualmente de regreso por la nueva ley del trabajo firmada por el presidente de la República, Hugo Chávez.
Pablo Medina hizo acto de presencia en la marcha. Saludaba levantando su mano derecha. Caminaba solo. También estuvo Manuel Cova, actual secretario general de la CTV, quien no dejó de exhibirse ante los fotógrafos de medios privados. A la marcha además asistió Pedro Pablo Alcántara. Abrazaba con afecto a unos viejos compañeros. Ningún medio privado lo entrevistó ni fotografió.
A la marcha no asistieron los diputados opositores Andrés Velásquez y Alfredo Ramos, quienes reclaman con frecuencia en la Asamblea Nacional solicitudes en materia laboral. Tampoco se vio al candidato presidencial de la derecha, Henrique Capriles Radonski, quien dijo que no asistiría a la marcha porque es un «empleador».
Frente a la ausencia notable de figuras de la llamada Mesa de la Unidad resaltaba un segundo camión al final de la marcha, que mostraba dos grandes afiches con un rostro y un mensaje ilustrativo de quien, esta vez, parece representó este martes a la oposición: «¡Carlos Ortega, Presente en el día del trabajador!».