Las autoridades sanitarias de Portuguesa afinan estrategias para el desarrollo de un plan de sostenibilidad contra el dengue y la chikungunya, a fin de «mantener a raya» la circulación de ambos virus y garantizar la vigilancia permanente de cuadros febriles.
La directora de Epidemiología en la entidad llanera, Maritza Vielma, informó que el propósito de esta iniciativa es asegurar el control y la prevención de estas patologías en el mediano y largo plazo, luego de un plan intensificado que entre septiembre y octubre de este año eliminó más de 8.000 criaderos y trató con larvicida otros 7.000 en más de 14.000 viviendas.
Refirió que el abordaje comunitario dio muy buenos resultados y el balance epidemiológico de las últimas semanas apunta hacia un descenso en las denuncias de dengue y chikungunya; sin embargo, es vital fortalecer la vigilancia y mantener la promoción de técnicas preventivas para que «en ningún hogar portugueseño se dé entrada al zancudo».
Para ello, indicó, se prevé intensificar la vigilancia de casos febriles en los centros privados de salud para que, tal como se hace desde hospitales y ambulatorios, todas las sospechas sean notificadas, se diferencien claramente los cuadros causados por dengue y chikungunya y el tratamiento sea más efectivo.
Vielma apuntó que, de manera simultánea, se mantendrá el trabajo de calle, pues la intervención de las comunidades con equipos de fumigación y aplicación de químicos en los depósitos de agua es fundamental para lograr la meta: «propiciar la disminución de los contagios mediante la eliminación de los vectores».