Al menos 20 niños se encuentran entre las víctimas de un mortífero tornado que arrasó en la tarde del lunes la localidad de Moore, en el estado de Oklahoma (centrosur), indicaron este martes las autoridades.
Reportes oficiales y de medios de prensa locales sitúan los muertos en al menos 91, aunque no se descarta que la cifra pueda aumentar en las próximas horas, según un informe del diario The New York Times.
La televisora CNN mostraba escenas de pánico entre niños y padres de la Escuela Primaria Plaza Towers, en los suburbios de la ciudad de Oklahoma, golpeada directamente por la adversidad climática con vientos de 320 kilómetros por hora.
El fenómeno destruyó decenas de edificaciones en Moore, una población de cerca de 41 mil habitantes, donde la fuerza de los vientos provocó la ruina de viviendas, autos y camiones, destruidos totalmente.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, el fenómeno fue catalogado como un EF-4 en escala Fujita, el segundo tipo de tornado más poderoso.
A causa de la tragedia, el presidente Barack Obama declaró la zona como un «desastre mayor» y autorizó ayuda federal para complementar los esfuerzos de recuperación locales y estatales.
Los equipos de rescate prosiguen en la madrugada de hoy la búsqueda de sobrevivientes y víctimas entre las pilas de escombros en las áreas dañadas por el fenómeno con un diámetro de más de dos kilómetros.