Al menos 63 infantes murieron, 53 de ellos por balazos, como consecuencia del repunte de la violencia en los dos primeros meses del año en Guatemala, confirman este jueves informes del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Esto supone una disminución con respecto a igual etapa del año precedente, en la cual perdieron la vida por cuenta de la criminalidad 187 menores de edad.
Señalan, además, que de las necropsias registradas, 17 fueron a mujeres de hasta 17 años de edad y que el arma de fuego es el instrumento más utilizado para matar.
Defensores de los derechos de la infancia manifestaron su preocupación por cuanto, pese a las cifras, consideran existe un incremento gradual de la criminalidad con relación al año precedente, en particular en lo tocante a niños y niñas.
Igual hicieron notar que la gradualidad alude también a la forma de ejercer la violencia contra ese grupo de la población.
De acuerdo con los registros del Inacif, en el período 53 infantes fueron ultimados a balazos, cuatro perecieron por heridas con arma blanca, tres fueron estrangulados, dos asfixiados por sofocación y una menor fue decapitada.
«Marzo está teniendo una escalada fuerte como ha sido también en algunos casos de años anteriores, como 2011, y estamos luchando porque se ha logrado copar muchas bandas de extorsionistas y delincuentes», declaró el presidente Jimmy Morales.
Sin embargo, desestimó que las cosas estuvieran fuera de control e instó a los periodistas a revisar las estadísticas.
Guatemala, uno de los 14 países más violentos del mundo y entre los siete más violentos de América Latina, posee un nivel de impunidad equivalente a más del 95 por ciento, acorde con registros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.