La alcaldía de Nueva York (noreste de Estados Unidos) anunció este viernes la suspensión del tradicional maratón que se ha realizado en esa ciudad por 39 años consecutivos y que en esta oportunidad tiene que ser postergado ante los daños generados por la tormenta “Sandy”, que dejó 102 muertos y grandes pérdidas en ese país norteamericano.
Por medio de un comunicado, el organismo gubernamental indicó que tras la “agria polémica” que desató el mantener el maratón (que atraviesa la ciudad) pese a los daños, se decidió cancelarlo hasta nuevo aviso.
«Hemos decidido cancelar el maratón de Nueva York. New York Road Runners (organizadores de la carrera) brindará información adicional en los próximos días a los participantes», reseñó el texto.
Según los organizadores, unas 47 mil personas de todo el mundo, que ya reservaron y pagaron por adelantado para participar, iban a correr el maratón el domingo desde el puente Verrazzano, que une Staten Island y Brooklyn, justamente dos de los distritos más afectados por “Sandy”.
Aunque el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, quería mantener la celebración de la tradicional carrera, en las últimas horas se presentaron fuertes críticas porque cientos de miles de habitantes siguen privados de luz, calefacción y agua; por lo que tildaron al evento de desconsiderado.
Muchos dirigentes neoyorquinos habían pedido la postergación de la carrera o lisa y llanamente cancelarla, debido a que en un caso de emergencia no se podía destinar socorristas para un evento turístico como ese.
Según los organizadores, el maratón aporta unos 340 millones de dólares a la ciudad. Es la primera vez en sus 40 años de historia que la carrera se cancela.
Por otro lado, este jueves también se anunció que en la zona sur de Manhattan se restableció el servicio de electricidad.
La compañía Con Edison, principal proveedor del servicio, informó que ha restablecido la electricidad en unos 170 mil hogares en toda la ciudad, pero aún más de 375 mil (de esa zona) aún la carecen.
Otro problema para los neoyorquinos es el transporte público, ya que el inmenso sistema de metro -que utilizan a diario 5,3 millones de personas- sólo fue restablecido muy parcialmente, y los buses funcionan con normalidad pero no logran hacer frente a la demanda, además de que generan largas colas en las calles.
Hasta ahora, el balance de la policía es de 41 muertos en Nueva York. Con los 67 que dejó en el Caribe y los restantes de la costa este estadounidense, Sandy suma más de 160 muertos.