Las victorias del chavismo en las recientes elecciones municipales abren una nueva etapa en la dinámica institucional del país, en el contexto del plan de la patria 2013/2019.
Los nuevos alcaldes tienen delante de sí retos insoslayables, y el primero es, especialmente, desenvolverse de cara a la base poblacional que les dio su confianza, con transparencia, con sencillez, y decisión de articular su gestión con el Gobierno Bolivariano.
Una prioridad de las nuevas autoridades locales es dar aplicación en cada barriada del respectivo municipio al modelo de “gobierno de calle”, implantado a escala nacional por el presidente Nicolás Maduro.
De esta manera se asegura el flujo continuo del clamor popular con las posibilidades intermedias de solución que están en manos del tren ejecutivo local.
Que las alcaldías en manos del chavismo en ningún caso se conviertan en caja de resonancia de grupos económicos ni aparatos grupales que decomisan la potencialidad de transferir competencias a los Consejos Comunales, y que reiteren los alcaldes su compromiso indubitable, expreso y con rango de “pacto de sangre” contra toda práctica de corrupción.
Que cada nuevo alcalde permanezca alerta ante la tentativa de grupos de intereses regionales, contratistas y gestores que pretenden “montar en la olla” a quien, careciendo de perspicacia contralora asume espacios de decisión, y pudiere caer en tentaciones de enriquecimiento mal habido.
Se debe proclamar la bandera del enfrentamiento a toda práctica de corrupción, que tanto daño ocasiona a un proceso de transformación como el venezolano de hoy, el cual alienta la construcción de un nuevo modelo de convivencia y civilización: el socialismo.
Dar aliento a los procesos de transferencia de servicios y administración de bienes a favor de empresas comunales y los nuevos sujetos de descentralización contemplados en el artículo 184 de la Constitución, así como en la Ley Orgánica para la Gestión Comunitaria de Competencias, es el camino recto -junto al trabajo en equipos y el desarrollo de líneas de formación ético-políticas-, para cumplir una gestión a la altura del legado del comandante Hugo Chávez.