Ya en territorio galo|Alemán Kittel vence en la tercera etapa del Tour de Francia

El rey de los sprints, el gran Marcel Kittel, desembarcó en territorio francés para seguir ampliando su reinado en las llegadas masivas. El Tour de Francia llegó al país que le da nombre con una jornada que se resolvió en una volata donde el alemán volvió a ofrecer un auténtico recital. La otra noticia del día fue la caída de Chris Froome con sus consiguientes magulladuras en la jornada previa a la etapa de pavé. La general, que sigue liderada por Vincenzo Nibali, podría registrar sus primeros cambios.

No, no es un análisis de la última temporada de ‘Juego de Tronos’, es una crónica del Tour, que hoy desembarcó en Francia después de tres días en Reino Unido. La crónica de un día donde pasaron muchas cosas importantes. La primera de ellas, el abandono de Andy Schleck, que no pudo superar los golpes sufridos en la caída del día anterior y se va de una ronda gala que desde hace un tiempo ya no le sitúa en la nómina de favoritos.

Y, ya en carrera, la noticia saltó cuando se fue al suelo Chris Froome. El vigente campeón del Tour ‘besó’ el suelo al poco de darse el banderazo de salida. Con heridas en el muslo, el glúteo, al rodilla, el brazo y la muñeca derecha, el británico pudo seguir en carrera para después ser atentido. En principio, chapa y pintura a la espera de ver cómo amanecen esas heridas y golpes en la importante jornada de este miércoles. Y no fue el único. Otros que también se llevaron lo suyo fueron Ion Izagirre y Bauke Mollema, que, por suerte, también pudieron continuar.

Fueron los primeros contratiempos de un día que contaba con una escapada formada por Luis Ángel Maté y Thomas Voeckler. Español y francés se lanzaban al vacío en una jornada más que propicia para los sprinters. Pero siempre es bueno dejarse ver en carrera y probarse a uno mismo. No obstante, el pelotón los tuvo en todo momento bajo su radar.

Al final, y gracias a diversos problemas mecánicos de Maté con su bicicleta, Voeckler se quedó solo en cabeza. Su insitencia no inquietó al gran grupo, que, gracias al trabajo de equipos como el Lotto, el Giant y el Omega, echaron por tierra su aventura y fue neutralizado a falta de 16 kilómetros para meta. Justo en ese momento se pudo ver también con alguna avería a Peter Sagan. El eslovaco, y no es la primera vez que lo hace (por ejemplo, en el Tour de California de 2012), logró remontar, entrar de nuevo en el grueso y disputar la etapa. Pero esta vez no pudo cantar victoria.

Y no pudo porque a lado tenía al todopodersoso Marcel Kittel. El alemán, escoltado a la prefección por sus compañeros del Giant, afrontó la recta final con la calma del que se sabe superior. Kristoff, que se quedó solo muy pronto y se le hizo eterno el final. No a Kittel, que se le pasó volando. Demare progresaba por su derecha, pero nada pudo hacer. El nuevo rey del sprint se imponía por tercera vez en este Tour. Y sólo llevamos cuatro etapas…

La quinta, este miércoles. Una jornada que puede ser muy importante para las aspiraciones de los favoritos. Todos ellos ha ido reconociendo su recorrido a lo largo del año para analizar ‘in situ’ el complicado día que les espera mañana. Serán 155,5 kilómetros entre Ypres y Arenberg Porte du Hainaut. Será lo más parecido a una gran clásica. De hecho, los 9 tramos de pavé (en total 15 kilómetros) con que cuenta la jornada serán los mismos (aunque en algunos casos, reducidos) que los de la París-Roubaix, aunque en sentido inverso. Un día propicio para clasicómanos pero donde los favoritos tendrán que estar muy arropados porque, como se suele decir, es un día donde no se gana el Tour, pero donde se puede perder.

T y F / Marca