Este lunes|Alemania e Italia toman cierta distancia de ataques imperiales sobre Libia

Alemania e Italia tomaron distancia este lunes de la invasión militar extranjera sobre Libia, durante la reunión de cancilleres de la Unión Europea (UE) celebrada en Bruselas.

Desde hace tres días, fuerzas aéreas y navales imperiales de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, España, Noruega y Bélgica bombardean el territorio libio, hecho que ha dejado decena de muertos y centenares de heridos.

El ministro alemán de Exteriores, Guido Westervelle, aseguró que las críticas expresadas por la Liga Árabe (LA) a los ataques confirman los temores que manifestó el Gobierno de Angela Merkel sobre una agresión bélica contra la nación norafricana, reseñó Prensa Latina.

El secretario general de la LA, Amr Mousa, aseveró que los ataques contra Libia son “diferentes del objetivo de imponer una zona de exclusión aérea”, medida punitiva resuelta por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Westerwelle reiteró el escepticismo de Alemania de participar en una operación militar por los riesgos potenciales para la población civil libia.

Por su parte, los cancilleres de Luxemburgo y Finlandia, Jean Asselborn y Alexander Stubb, defendieron la unidad de la UE contra el Gobierno de Muammar Al Gaddafi y rechazaron divisiones entre los europeos.

La alta representante del bloque europeo, Catherine Ashton, restó importancia a la polémica y aseguró que las palabras del responsable de la Liga Árabe se interpretaron equivocadamente.

En tanto, el titular británico de Asuntos Europeos, David Lidington, defendió la legalidad de la misión insistiendo en que está respaldada por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, aunque la misma no hablara de bombardeos indiscriminados.

Sin embargo, el canciller de Italia, Franco Frattini, indicó que su país quiere comprobar si las acciones desarrolladas hasta el momento por las fuerzas imperiales son conformes con la aplicación de la resolución 1973 de la Naciones Unidas.

El funcionario advirtió sobre el peligro para la región que significaría una guerra en Libia y el posible éxodo migratorio hacia las costas europeas.

El Ejecutivo italiano, que cedió bases militares nacionales para la operación Odisea del Amanecer, consideró la necesidad de pasar de una “coalición de voluntarios” hacia una coordinación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan).

La ministra de Asuntos Exteriores de España, Trinidad Jiménez, defendió la postura de su gobierno de la permanencia de los bombardeos.

Por último, la presidenta de Irlanda, Mary McAleese, reiteró la neutralidad militar de su país.

En la jornada de ayer, los bombardeos de aeronaves extranjeras estuvieron apuntados contra la residencia de Gaddafi, ubicada en la capital del país, Trípoli.

La edificación atacada es la misma que fue bombardeada por Estados Unidos, bajo las órdenes del presidente Ronald Regan en 1986, ataque en el que murió una de las hijas del líder libio.

El gobierno libio denunció que desde el inicio de la invasión, los bombardeos fueron dirigidos a población civil y a edificios públicos e instalaciones militares.

Fuente/AVN