Alemania no ve alternativa al gas ruso para el desarrollo del país

No existe alternativa al gas ruso ni en precio ni en fiabilidad de suministro, declaró a los medios Steffen Kotre, diputado del partido Alternativa para Alemania. Sus palabras llegan después de que la portavoz del Ministerio de Economía alemán, Beate Baron, indicara que el país continúa bajo los efectos de la alta dependencia de combustible ruso.

«El gas ruso no puede sustituirse ni en precio ni en seguridad de suministro», subrayó Steffen Kotre.

Agregó que es imposible construir relaciones estables a largo plazo con proveedores de países africanos. En opinión del diputado, el deseo de hacerlo demuestra «la infantilización de los políticos europeos», que ignoran el estado real de las cosas.

En sus palabras, el gas africano debe quedarse en el continente porque los países africanos también lo necesitan. Recordó que el acuerdo para construir el gasoducto transahariano de 4.000 km para transportar el combustible de Nigeria a Argelia pasando por Níger no se ha hecho realidad desde 2009.

Alemania, al igual que Europa en su conjunto, se enfrentó a una grave crisis energética provocada en muchos aspectos por las sanciones contra Rusia debido a su operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar Ucrania. El Gobierno alemán, para resolver este problema, promueve activamente la construcción de terminales receptoras de importaciones de GNL. Consisten principalmente en buques e infraestructuras en tierra y pueden ponerse en funcionamiento más rápidamente que las terminales fijas. Está previsto que en 2026 estén en funcionamiento un total de 11 terminales de GNL, tres de ellas estacionarias.

No obstante, el costo de las terminales flotantes de gas natural licuado (GNL) pendientes de construcción en Alemania se triplicó con creces hasta alcanzar los 10.000 millones de euros en diciembre de 2022. De acuerdo con el Ministerio Federal de Economía, se trata del «importe máximo de los costos previstos que pueden producirse entre 2022 y 2038».

Entre tanto, pese a la necesidad de los recursos energéticos rusos, EEUU y la UE impulsaron sanciones contra el gas y petróleo provenientes de Moscú y llegaron incluso a cancelar la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2, el cual facilitaría la distribución de este recurso a Europa e incluso permitiría a países como Alemania vender este producto. Otro obstáculo fueron los ataques contra los gasoductos Nord Stream, que la Fiscalía General de Rusia nombró como un caso de acto de terrorismo internacional.

FyF/Sputnik