Por Oliver Reina|Alerta ante cierta oposición herida (Opinión)

Cónsonos con su principio de colocar la carreta delante de los caballos alguna oposición decidió hacia estas fiestas de Carnaval quitarse el disfraz de demócrata y mostrar que su supuesta inclinación hacia el diálogo, al respeto a la institucionalidad y al apego a la Constitución no eran más que otra puesta en escena, de esas que por ya demasiado tiempo han sabido interpretar, costuras a la vista las más de las veces.

Con el impulso de las bambalinas y candilejas mediáticas más de un desprevenido puede caer entre las redes de la manipulación y la desinformación, que inclemente y constantemente apunta y vulnera a los más desprevenidos, quienes creen realidad lo que sólo son fábulas y construcciones muy mal intencionadas.

¿Qué un promotor del caos y la violencia en las calles es un Mandela criollo? ¿Qué un entrevistado por uno de las trasnacionales noticieras más grandes del mundo y con alcance global se encuentra incomunicado? ¿Que un recluso, un alcalde y una exdiputada que firman un “Acuerdo para la transición” en el que señalan que un gobierno legítimamente electo “tomó por asalto al Estado para hacerlo totalitario”, realmente creen en la democracia? Lamentablemente, esa realidad que está a la vista tiende a ser obnubilada por una lectura acrítica tanto de lo que dicen como de lo que callan los medios.

Desenmascarados en sus intenciones y acorralados por su propias penumbras hoy ese sector de la oposición que demuestra no creer en la democracia se torna más agresivo, confrontador y violento.

En un mismo movimiento arrecia las complicidades con factores extranjeros y apuesta por susurrar promesas a oídos militares. Convocan a las calles y plantean nuevas formas de agresión a la legalidad, acentuando su peligrosidad para la seguridad de la Nación.

Mientras que desde la dirigencia opositora algunos pocos insisten en mantenerse fuera del camino de la Constitución y las leyes, son cada vez más los que aún sin apoyar al Gobierno Nacional (ya por confusión, ya por convicción) dan la espalda a vías no democráticas y reconocen que la fachada de diálogo de aquellos en quienes creyeron sus líderes, no era sino una estratagema para esconder sus obscuras intenciones.

Y en el camino, no dudo que inclusos algunos estén convencidos de que si resultan detenidas o detenidos por sus hechos punibles conseguirán una vía hacia su oxigenación política.

Las fieras acorraladas son más peligrosas, no hay que olvidarlo.

@oliv22