El Comité de Emergencia de la ciudad argentina de Bariloche sostiene este jueves una reunión de urgencia tras la segunda erupción esta madrugada del volcán chileno Calbuco cuya enorme llamarada iluminó el cielo de esa zona andina.
Las autoridades que citan medios nacionales alertaron sobre la probabilidad de que el viento cambie de dirección y empujaría la nueva masa de ceniza en dirección al territorio argentino y este jueves podría llegar a la ciudad de Buenos Aires.
La montaña de fuego de dos mil 150 metros de altura está a mil kilómetros al sur de Santiago de Chile, pero a solo 90 de Bariloche e incluso a menos de otras localidades de la provincia argentina de Río Negro.
Ya las primeras cenizas comenzaron a caer sobre esa urbe rionegrina, donde fueron suspendidas las clases, los vuelos aéreos y otros servicios.
El jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, dijo esta mañana que tan pronto conocieron del fenómeno volcánico, el Ejecutivo instruyó a la oficina del Plan Nacional de Manejo del Fuego para que se constituyera en lo que es el centro de operaciones de emergencia.
«Estamos siguiendo la situación segundo a segundo», señaló el coordinador de ministros.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, informó que hubo dos erupciones de mucha altura, mucha fuerza y en virtud de los vientos que predominan en la zona, que siempre son noreste o suroeste, la columna de cenizas llegó a la zona en Bariloche, San Martín de los Andes y Villa La Angostura.
El funcionario agregó que las cenizas avanzan hacia el norte del país, aunque todavía no ha pasado más allá de 200 kilómetros de Bariloche.
En Chile, la presidenta Michelle Bachelet decretó el estado de excepción por catástrofe en la provincia de Llanquihue y en el municipio de Puerto Octay, donde hay más de cuatro mil evacuados y se reporta un desaparecido, reportó el servicio digital del diario La Nacion.
El Calbuco, uno de los tres más peligrosos de los 90 volcanes activos que tiene Chile, entró sorpresivamente en erupción después de 43 años de inactividad, con una enorme fumarola de cenizas que afectó a varios poblados vecinos, y a la que más tarde se sumó lava.