Una investigación reveló que la mitad de los auriculares vendidos en Estados Unidos para niños no son seguros y pueden ser peligrosos para los oídos. Un análisis conducido por el sitio de Internet The Wirecutter del diario The New York Times, que se ocupa de productos de consumidores, aseveró que los auriculares para niños son publicitados y vendidos como «seguros para el sistema auditivo humano».
Sin embargo, no limitan el volumen e incluso, en algunos casos, producen ruidos tan altos que se vuelven peligrosos para el oído Sobre 30 auriculares vendidos para niños, precisó la investigación, la mitad no reduce el volumen. Una escucha es segura cuando une volumen y duración: más alto es el sonido, menor debería ser el tiempo de escucha. El límite para los puestos de trabajo de los adultos es de 85 decibeles por no más de 8 horas en Estados Unidos. En la investigación, 30 tipos de auriculares fueron examinados con la canción «Cold Water» y con el ruido fluctuante, usado para estudiar los aparatos y ver si efectivamente limitan el volumen a 85 decibeles.
Al poner la canción durante 21 segundos a un volumen máximo de 114 decibeles, la mitad de los auriculares no reducía el volumen a 85.
Con el ruido fluctuante, un tercio de los auriculares excedía el límite. La investigación también chequeó la capacidad de los auriculares de reducir el ruido ambiental, pues muchos niños escuchan música en lugares ruidosos, como aviones o autos.
En esos espacios, sin posibilidad de reducir el rumor ambiental, se tiende a aumentar el volumen.
Sólo 4 de 30 auriculares estudiados resultaron capaces de hacerlo. De cualquier modo, incluso con auriculares que limiten el volumen máximo, la supervisión es crucial: «85 decibeles no son un umbral mágico con el cual se está seguro y sobre el cual las orejan sangran», comentó Brian Fligor, experto en audiología de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El consejo es tener el volumen al 60 por ciento e interrumpir la escucha con los auriculares cada una hora. Si los padres están cerca, el niño con los auriculares puestos debe oír cuando le hace una pregunta.
Fuente/ANSA
Sin embargo, no limitan el volumen e incluso, en algunos casos, producen ruidos tan altos que se vuelven peligrosos para el oído Sobre 30 auriculares vendidos para niños, precisó la investigación, la mitad no reduce el volumen. Una escucha es segura cuando une volumen y duración: más alto es el sonido, menor debería ser el tiempo de escucha. El límite para los puestos de trabajo de los adultos es de 85 decibeles por no más de 8 horas en Estados Unidos. En la investigación, 30 tipos de auriculares fueron examinados con la canción «Cold Water» y con el ruido fluctuante, usado para estudiar los aparatos y ver si efectivamente limitan el volumen a 85 decibeles.
Al poner la canción durante 21 segundos a un volumen máximo de 114 decibeles, la mitad de los auriculares no reducía el volumen a 85.
Con el ruido fluctuante, un tercio de los auriculares excedía el límite. La investigación también chequeó la capacidad de los auriculares de reducir el ruido ambiental, pues muchos niños escuchan música en lugares ruidosos, como aviones o autos.
En esos espacios, sin posibilidad de reducir el rumor ambiental, se tiende a aumentar el volumen.
Sólo 4 de 30 auriculares estudiados resultaron capaces de hacerlo. De cualquier modo, incluso con auriculares que limiten el volumen máximo, la supervisión es crucial: «85 decibeles no son un umbral mágico con el cual se está seguro y sobre el cual las orejan sangran», comentó Brian Fligor, experto en audiología de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El consejo es tener el volumen al 60 por ciento e interrumpir la escucha con los auriculares cada una hora. Si los padres están cerca, el niño con los auriculares puestos debe oír cuando le hace una pregunta.