El gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach, apoyó ayer al decreto de cierre de la frontera con Colombia y el estado de excepción en Táchira, pues, a su juicio, hay que acabar con el flagelo del paramilitarismo y sus apoyadores en la patria de Bolívar.
Durante su programa Hablando de Poder, transmitido por Radio Nacional de Venezuela (RNV) Región Central, el líder regional aseguró que no debe haber diferencias entre venezolanos frente a la lucha contra el paramilitarismo y la para-política colombiana que opera en territorio nacional.
Hizo un llamado a la reflexión, pues los venezolanos no pueden dejarse arrastrar por el fanatismo político de un sector ultraconservador y de los poderes fácticos. Subrayó que se trata de un fenómeno que afecta a todos y que «de ninguna manera debe tomar el poder político en Venezuela».
Según su óptica, la patria debe evitar por todos los medios ir por el camino que llevaron estas mafias violentas a naciones como México y Colombia. Sobre el país hermano, opinó, las transnacionales de la comunicación solo muestran al mundo la verdad de la ciudad de Bogotá, pero no, por ejemplo, el drama del norte de Santander.
Aclaró que una fuerza paramilitar no se fortalece en un país si no cuenta con el apoyo político de un sector. Mencionó eventos históricos en el surgimiento del fenómeno, que comenzó precisamente en el norte de Santander. Las autodefensas de Colombia legalmente firmaron un acuerdo en el departamento de Antioquia en 1997, cuando era el gobernador, Álvaro Uribe Vélez.
Entonces rubricaron Carlos Castaño, César Marín y Salvatore Mancuso, recordó. «En 2001 se firma un acuerdo de apoyo de los paramilitares a la campaña de Uribe en 2002, esto no es un invento, hay factores políticos ligándose con bandas criminales», comentó.
En 2004 se acuerda la desmovilización de las Autodefensas de Colombia, y «empieza la infiltración silenciosa de las bandas a Venezuela». Ese mismo año, en mayo, se descubren los 163 paramilitares en la finca Daktari.
Solidaridad con Cabello
Ameliach se solidarizó con la familia Cabello, luego de que se descubrió un presunto plan para asesinar a Daniela Cabello. El presidente de la Asamblea Nacional (AN) «va es para delante, con eso no lo van a sacar de su norte de lucha», consideró .
El Vicepresidente de Organización y Fuerza Electoral del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) criticó la banalización que hace la derecha sobre de las denuncias de planes de violencia que surgen desde sus filas, en los que habría conexión con elementos paramilitares.
Notificó que en 2014, antes de las guarimbas, llegó a su manos un informe de inteligencia sobre presunto plan para atentar contra él y su familia, conspiración en la que estarían involucrados los integrantes de Los Urabeños, y «un señor que ha sido jefe de seguridad de Álvaro Uribe Vélez».