Al menos 400 personas que cumplen sentencias en Cambodia se beneficiarán con excarcelaciones o reducciones de penas, con motivo de los funerales del exmonarca Norodon Sihanouk, el 4 de febrero.
El primer ministro, Hun Sen, incluyó en una lista de prisioneros a consideración del ministerio de justicia, a dos ciudadanos tailandeses, juzgados aquí por espionaje en 2010 y cuya clemencia solicitó la gobernante de Tailandia, Yingluck Shinawatra.
Los encartados en esa fecha, Veera Somkwamkid y Ratree Pipattanapaiboon, junto a otros cinco connacionales fueron arrestados cuando inspeccionaban un área del territorio cambodiano de una zona fronteriza en disputa, en un período de tensas confrontaciones.
Veera y Ratree recibieron condenas de ocho y seis años respectivamente y sus acompañantes fueron deportados.
Al confirmarse en Bangkok la inminente gracia en favor de ambos, Shinawatra agradeció el gesto de Cambodia que ponderó como manifestación de las buenas relaciones entre los dos países.
La esperada anmistía excluye al opositor Sam Rainsy, quien se trasladó a Francia, para eludir una causa judicial y desde donde libra una intensa campaña contra Cambodia, así como el propietario de una emisora radial procesado por complot secesionista, pocos meses atrás indicaron medios informativos.